Galería: Los mejores disfraces de Super Mario

Un cambio de fórmula

Es sin duda uno de los trajes favoritos de todos los que hemos crecido con Super Mario Bros. Después de las dos primeras entregas, el traje Tanooki nos permitía conocer nuevas habilidades de Mario a la hora de disfrazarse. Un traje que permitía a Mario tener las mismas habilidades que la célebre hoja para convertirnos en Raccoon pero que además de tener un diseño mucho m´ñas simpático, también nos permitía convertirnos en una estatua que despistaba a los enemigos que teníamos cerca. El traje volvio por todo lo alto en Super Mario 3D Land de Nintendo 3DS y también ha estado presente en otras entregas, como la reciente propuesta multijugador de Wii U: Super Mario 3D World. Las habilidades de poder golpear con nuestra cola, la citada transformación en una estatua y poder volar y bajar a menos velocidad del cielo son sus principales atractivos.

A por los hermanos

En el mismo Super Mario Bros 3 apareció otro de los trajes más divertidos que recordamos de Super Mario y de Luigi: el Traje Martillo. Se trata de una transformación que permite a los hermanos fontaneros lanzar martillos como los desesperantes hermanos Koopa que hacen exactamente lo mismo de la primera entrega de Super Mario Bros. Las habilidades de esta transformación son dos, principalmente: poder lanzar proyectiles poderosos que acaban con todo, incluido con el propio Bowser, y poder escondernos en el caparazón que llevamos a nuestras espaldas para solventar algún contratiempo en ciertos momentos. Eso sí, como todos los trajes si nos tocan una vez desaparecerá su efecto. En las últimas entregas ya no lo hemos visto más, seguramente porque sus condiciones de lanzar un proyectil a distancia lo suple la transformación del bumerán. Por cierto, en las instrucciones de Super Mario Bros 3 no se mencionaba este disfraz para Mario.

Salta y nada sin parar

El trio de trajes de Super Mario Bros 3 nos tiene encandilados, y el tercero en discordia es ni más ni menos que el traje de la Rana, también para la Obra Maestra de NES. Se trata de un disfraz que convierte a Mario y a Luigi en ranas, de tal manera que ganan una serie de propiedades que encajan perfectamente en el plataformas que protagonizan. Convertidos en un amifbio con bigote, los hermanos Mario pueden saltar mucho más alto, pueden nadar mucho más rápido, se mueven -je- como peces en el agua y van dando pequeños saltitos mientras van moviéndose por el escenario. Un traje que no ha ido apareciendo en otros juegos (lo podemos ver en Paper Mario: Sticker Star) y que en lo que control debajo el agua se refiere tiene su sustituto en el traje de pingüino que se estrenó en New Super Mario Bros.

Una pluma mágica

Con la llegada de los 16 bits Mario siguió siendo un auténtico referente en el mundo de los videojuegos y de las plataformas, y Super Mario World trajo consigo dos grandes novedades. Una de ellas era Yoshi, pero la otra, un power-up impresionante que nos convertía en una especie de Superman con nuestra capa voladora amarilla. La famosa pluma es el ítem por antonomasia de la entrega de Super Nintendo, una capa que por un lado nos permitía dar golpes con ella girando como una peonza sobre nosotros mismos y por otro, lo más importante, nos permitía volar. Solo teníamos que coger carrerilla, saltar y ver como Mario salía despedido por los aires. A diferencia de la hoja de Super Mario Bros 3, aquí podíamos jugar con caer en picado y retomar altura de manera que, los más expertos, eran capaces de superar niveles enteros a base de jugar con la capa en el aire.

¡Hop, hop, hop!

No es raro que muchos tengamos en gran estima los Mario Land de Gameboy, juegos que a pesar de salir en una plataforma inferior técnicamente ofrecieron grandes momentos de plataformas recordados por todos. En 6 Golden Coins, la segunda entrega de la saga portátil, se estrenó una zanahoria como novedad que nos convertía en una especie de Mario conejo. No os asustéis, la transformación más bien era escasa y lo que añadía principalmente eran dos orejas de conejo a la gorra del fontanero italiano. Con este disfraz éramos capaces de ganar habilidades en el aire. Por un lado, si manteníamos A pulsado podíamos descender mucho más lentos y calcular mejor nuestro aterrizaje. Por otro, si pulsábamos constantemente el botón de salto podíamos planear y movernos por el aire cubriendo grandes distancias. También en el suelo podíamos hacer mini saltos si dejábamos pulsado el botón.

Un Mario de peso

Super Mario 64 nos presentó una nueva forma de convertir a nuestro personaje favorito en un poderoso protagonista. En los bloques verdes del juego podíamos convertirnos en Metal Mario, una versión más dura y fuerte del fontanero italiano que parecía casi invencible y que solo en grandes caídas podía sufrir daño. También éramos más pesados, algo que nos iba perfecto para según qué zonas en las que necesitábamos de ese peso extra para poder avanzar como es el caso de las zonas acuáticas. De hecho podíamos acabar con los enemigos solo corriendo hacia ellos. La transformación en cuestión ha aparecido en varios juegos más allá de la saga de plataformas, como puede ser Smash Bros o Strikers por citar un par. En la versión DS de Super Mario 64 también vimos a otros personajes convertirse en metal.

Una estela en el camino

Es una revisión de la estrella invencible -que también está disponible en los juegos de la Rainbow Star- de toda la vida y que es de lo más vistosa. En las dos obras maestras Super Mario Galaxy y su secuela, podíamos ver como Mario se convertía en una especie de arcoíris con bigote y gorra que nos permitía dejar una cola de luz a nuestro paso a toda velocidad. Naturalmente mantenemos las habilidades que han hecho tan preciada la estrella en cuestión, como la invencibilidad absoluta ante los enemigos, la posibilidad de destruir ciertas estructuras que no sería posible sin ella o poder correr mucho más rápido y saltar más lejos y más alto que en el estado normal. También aceleraba la música que va a un ritmo cada vez más frenético hasta que acaba su poder. De los cambios más espectaculares que hemos visto a lo largo de los 30 años de historia de Super Mario.

Fantasma con bigote

Uno de los trajes más divertidos que nos deja la saga Galaxy es precisamente el Boo Mario. A lo largo de nuestro periplo por la primera entrega aparecida en Wii nos encontramos con un champiñón con cara de fantasma. Si lo cogemos nos convertiremos en un Fantasma con gorra y con bigote que tiene muchas habilidades para explotar. Entre ellas, poder navegar y volar libremente por el escenario consiguiendo alcanzar ítems y monedas que no están en nuestra mano. También podremos hacernos intangibles para poder atravesar ciertos objetos y atraeremos el interés de otros fantasmas que si nos tocan nos quitarán la transformación. Destacar que con ciertas luces también podíamos volver a nuestra forma original. En Super Mario Galaxy 2 esta transformación también está presente en una galaxia concreta progatonizada, como no, por los fantasmas clásicos de la saga.

Un Mario felino

La verdad es que el estreno HD de Mario con New Super Mario U tenía cosas interesantes, como un diseño de niveles imponente en el tramo final y el buen acabado audiovisual de la mayor resolución. Pero el estreno de Wii U no vino acompañado de trajes o power-up muy destacados. Nintendo se reservó eso para Mario 3D World, una propuesta a caballo entre 3D Land y los New que nos presentaba, además, uno de los trajes más interesantes que hemos visto a Mario: el gato. Con un cascabel nos podíamos disfrazar de felino y ganar una gran cantidad de habilidades. La primera de ellas, poder dar zarpazos. Otra, poder hacer un ataque en picado cuando saltábamos. Y cómo no, escalar por paredes y demás lugares a los que Mario, por sí solo, no puede llegar. Entre lo útil que es, lo simpático del diseño en sí y el poder poner la pose de gato a punto de cazar, no pasó nada desapercibido el traje estrella de la última entrega plataformas que hemos visto del fontanero italiano hasta el momento.

Skins por doquier

Es una de las grandes sorpresas que nos deja Super Mario Maker, la presencia de un Champiñón Misterioso que nos transforma en múltiples skins de otros juegos. Gracias a este ítem, solo disponible en el modo Super Mario Bros clásico de dicho editor, podremos convertir a Mario en Link, Samus, Sonic, Mega Man, Splatoon, Lucario, Mega Mario… y así con decenas y decenas de transformaciones adaptadas al estilo retro 8 bits. Algunas son realmente trabajadas, aunque por desgracia es una transformación meramente estética y no esperéis poder disparar con Samus Aran o pegar espadazos con Link, porque no es posible. En todo caso, un añadido curioso que nos permite ambientar los niveles que creemos con estos trajes variados. Algunos personajes hacen movimientos propios, como el protagonista de The Legend of Zelda que muestra una pieza del Triforce o Fox, que dice el “Good Luck” original de su juego.