James Bond 007: Blood Stone

La próxima entrega del espía más famoso del mundo del cine aún se hará esperar un tiempo más, pero para paliar la espera Activision ha encargado a los chicos de Bizarre Creations que se pongan manos a la obra con un guión de Bruce Feirstein, nada menos que el guionista de GoldenEye, El mañana nunca muere y El mundo nunca es suficiente. Gracias a la posesión de las licencias oficiales no sólo han recreado a la perfección a los actores principales como Daniel Craig o Judi Dench, sino que han tenido acceso directo al estudio de los largometrajes de 007 para obtener toda clase de información que pudiera serles útil y trabajar de cerca para diseñar el juego.

En la demo de la gamescom comenzamos en Estambul, aparcando en una pequeña calle repleta de gente. Nos dirigimos a una obra en la que queremos husmear. Mientras andamos vamos recibiendo las instrucciones por radio, descubriendo nuevos detalles de la misión según se sucedan. La herramienta principal en esta entrega es el teléfono móvil, que como comprenderéis servirá para algo más que realizar llamadas. Con él es posible visualizar información sobre lo que está a nuestro alrededor, como posiciones de los personajes a nuestro alrededor y qué arma porta cada uno, de modo que sepamos previamente si somos capaces de vencerlo o no. Cuenta también con otras funcionalidades adicionales como escanear la información de otros dispositivos como ordenadores portátiles y así nos estamos dedicando en la obra cuando, de repente, la caseta en la que estamos es llevantada por una grúa y aplastada.

Logramos salir en el último segundo y comienza la parte seria de la misión, totalmente rodeados de gente como poco hostil. Tenemos dos opciones muy claras: ir de manera sigilosa o atacar con todo a ver si logramos salir vivos de allí. Comenzamos con la primera opción y vamos avanzando por la obra atacando por detrás a los guardias, reduciéndonlos o tirándolos a alguna de las zanjas. El móvil es imprescindible para conocer la localización de cada uno de los enemigos y su estado, ya que si tienen un interrogante en la cabeza significa que están sospechando algo. Los movimientos del personaje son ágiles aunque manteniendo la elegancia propia de 007. La cobertura es a lo Gears of Wars detrás de los objetos y también es sencillo ejecutar movimientos como saltar sobre un muro y dar una patada al guarda que está justo detrás esperando.

A la hora de disparar contaremos con una ayuda llamada "foco" que resalta a los enemigos, ralentiza mínimamente el tiempo y desenfoca todo lo demás, perfecto si nuestro estilo no es el sigilo sino la acción directa. Si es ése el caso entonces podemos explorar otros elementos que nos pueden echar un cable como hacer explotar las bombonas inflamables cerca de los enemigos, descubriendo propiedades como ésta en los objetos utilizando simplemente el móvil. Tras ser capaces de limpiar la zona de enemigos del modo que hayamos preferido, pasamos a una zona subterránea donde hay una terrorífica tuneladora aparentemente apagada, pero que de repente se pone en marcha y nos obliga a salir corriendo de allí. Como siempre los enemigos de Bond prefieren formas originales de matarlo y no se contentan con una simple bala. Vamos subiendo por escalerillas y saltamos y nos colgamos de tuberías en la pared para lograr alcanzar el punto más alto antes de que sea demasiado tarde y, una vez más, nos salvamos por los pelos y volvemos a la calle.

Iniciamos una frenética persecución sin que haya habido cargas entre medias, sólo cinemáticas que las disimulan para que rápidamente podamos ponernos al volante. Circulamos por calles realmente estrellas y vamos destrozando todo lo que nos encontramos a nuestro paso, como sillas y mesas de terrazas. Hemos de esquivar el denso tráfico urbano que se interpone en nuestro camino cuando aparece un coche de soporte del enemigo que empieza a dispararnos con su metralleta. No podemos dejar que nos alcance durante demasiado tiempo. Es una muestra del gran número de eventos pre-programados que han preparado para las partes al volante, como explosiones, vehículos que se cruzan, etc., dotando a estas escenas de una espectacularidad auténticamente cinematográfica, más aún cuando de fondo suenan inspiradoras melodías al más puro estilo James Bond.

Nos trasladamos a Siberia para probar esta vez nosotros mismos la experiencia en otra misión. Estamos en una factoría en la que se está viniendo todo abajo y hemos de huir de allí para alcanzar el tren en el que escapa nuestro enemigo, pasando entre enormes camiones y sobre el helado y resbaladizo suelo de la zona. Salimos a una zona un poco más abierta y si bien ya no hay tráfico ahora la carretera es una delgada línea zigzagueante de la que no nos podemos salir o acabamos en el agua, tarea nada sencilla teniendo en cuenta que el coche se desliza y patina con suma facilidad. Además, por si esto fuera poco, nos persigue un helicóptero que como nos detengamos un segundo nos acribilla a balazos, así que no hay descanso posible. Malditos ellos, cogen y lanzan cohetes que si bien no nos aciertan destrozan rocas provocando desprendimientos. Finalmente, conseguimos lanzar nuestro coche en una rampa y caer exactamente dentro del tren, muy a lo James Bond, claro.

James Bond Blood Stone también contará con multijugador, siempre por equipos y con hasta 16 jugadores en una misma partida. Los modos de juego que sabemos hasta ahora serán el típico combate a muerte sin más, otro llamado 'el último hombre en pie' y uno más basado en objetivos, que sin más detalles en la mano seguramente se base en pequeñas misiones jugadas por Internet similares precisamente a lo que Killzone 3 ofrecerá en ese aspecto. Una de las ideas más curiosas que han implementado es que el mejor jugador se convertirá, su avatar, en Daniel Craig, es decir en Bond, y así todo el mundo sabe quién es el auténtico crack en esa partida. Habrá un sistema de recompensas para desbloquear trajes y armas y nos darán medallas según nuestro desempeño, seguramente con una idea similar a la de Blur aplicada a James Bond. Como conclusión, el juego nos ha gustado mucho, porque brilla en cualquiera de sus dos diferentes géneros (aunque mucho más en conducción, todo sea dicho), por lo que con un poco de suerte no estaremos ante otra licencia hollywoodiense tirada a la basura, sino más bien todo lo contrario.