Castle Crashers

Después de Alien Hominid, The Behemoth vuelve a la carga con un juego de corte clásico y con un estilo visual tan irresistible como personal. Después de un relativamente largo proceso de desarrollo, ya queda poco para ver el más ambicioso título de este pequeño estudio.

Decir que el Beat' em Up ha muerto es estar muy lejos de la realidad, el género simplemente ha evolucionado desde los clásicos brawlers como River City Ranson, Streets of Rage o Final Fight a cosas como Devil May Cry, más técnicos, o a los sucesores de Dynasty Warriors. Pero a pesar de que hay muchas oportunidades de embarcarse en una orgía de puñetazos y patadas en los videojuegos modernos, hay muchos que añoran la clásica elegancia de los títulos de antaño, con sus desarrollos lineales y perspectivas fijas, además de ofrecer un gran multijugador, en el que dos o incluso cuatro jugadores podían compartir experiencias en los salones recreativos o en casa -seguro que son muchos los que todavía guardan buenas experiencia con recreativas cómo Los Simpson, X-man o Las Tortugas Ninja-.

Después de su propia interpretación de otro género clásico con Alien Hominid, el de Shoot' em Up, ahora The Behemoth está a punto de finalizar su nueva apuesta, un título que pretende consolidar el particular modo de hacer las cosas de este estudio y que ha tenido un largo proceso de desarrollo, posiblemente el más complejo para el pequeño estudio indie. El resultado no sólo debería ser un triunfo del estilo, también debería aportar un título atractivo y profundo, capaz de cumplir en el modo multijugador como en modo de juego individual, con un contenido amplio, profundo y variado, tanto como pueda serlo un juego de esta clase.

El "argumento" por así llamarlo, responde a las necesidades básicas de un juego que bebe de los clásicos. El reino está siendo saltado por un ejército enemigo, que entre otras cosas rapta a las princesas de los cuatro caballeros héroes del reino, de modo que se embarcan en una aventura de 20 niveles para salvar el día y a sus princesas. Desde el primer momento el planteamiento es completamente clásico, con una perspectiva fija y unos escenarios que invitan al avance horizontal, limitando a lo justo el movimiento horizontal por lo que la acción está muy concentrada y no hay que preocuparse de cámaras ni de cualquier otro elemento que distraiga del objetivo de descuartizar enemigos.

La aparente simplicidad del juego esconde algunas sorpresas, ya que The Behemoth no ha tardado tanto tiempo con este proyecto por capricho. 20 niveles son muchos para un juego de estas características, además que se han incorporado varios secretos y un mapa con rutas alternativas, por lo que no está pensado para ser un entretenimiento de corta duración. Pero no acaban aquí las sorpresas, ya que a modo de complemento se ha incorporado un sistema de desarrollo de personajes propio de RPGs, muy simplificado pero que añade un poco de estrategia y permite adaptarse mejor al estilo de juego de cada jugador -es posible aumentar aspectos como la fuerza, la resistencia, o el poder mágico-. También se desbloquearán diferentes movimientos especiales en función del desarrollo emprendido.

Cada uno de los cuatro guerreros tiene un poder concreto: el azul controla el hielo, el rojo utiliza el rayo, el verde lanza gases tóxicos y el naranja usa el fuego. Pero el sistema de combate no se limita a un reparto de tres golpes más un poder especial como en antaño, aquí hay varias combinaciones posibles que conducen a la construcción de combos, además de diferentes poderes especiales que también se pueden usar para combinar secuencias de golpes más largas. Está todo pensado para que sea intuitivo, pero el grado de variedad en los ataques y las animaciones no va a ser nada desdeñable.

La interacción va a ser un elemento importante en este título, tal y como se espera de un buen brawler. Aunque se podrá jugar solo, lo lógico es esperar que sea con amigos cuando el juego alcance sus máximas cotas de entretenimiento. Además de combatir juntos, el estudio está preparando toda una serie de entretenimientos cooperativos y competitivos para aumentar la diversión en grupo. Entre lo que se ha visto hasta ahora está el momento en el que los cuatro caballeros lucharán por el beso de la princesa, algo que sucederá cada vez que rescaten a una; una carrera montados sobre ciervos o un concurso para comprobar quién es capaz de comer antes mediante pulsaciones rápidas de los botones.

Varios modos de juego complementarán además el modo principal, aunque todavía no han sido desvelados completamente. Pero se pueden esperar numerosas sorpresas y secretos -una de ellas ya ha sido mostrada, la posibilidad de jugar con el protagonista de Alien Hominid-. Habrá disponibles otros tipos de minijuegos así como modos alternativos, en los que incluso será posible manejar a personajes enemigos. Cosas como un survival o un encuentro exclusivamente con los jefes finales, ambos modos optativos tradicionales en muchos títulos de esta clase, pueden estar dentro de las opciones.

No se puede ignorar otro elemento primordial para entender el encanto de este juego de Live Arcade: los gráficos. Diseñados y dibujados por Dan Paladin, el mismo artista de Alien Hominid, hay cierta familiaridad en ellos si se comparan con su último trabajo, pero el esfuerzo realizado en detalles como la animación o los fondos es más que notable. La variedad en los enemigos vistos hasta el momento es también digna de mención, así como algunas alocadas creaciones en forma de gigantescos enemigos finales. Alien Hominid ya destacaba por su personalidad visual, pero el trabajo aquí parece estar a una escala superior en todos los sentidos. Eso estará sumado a algunos de los elementos característicos de este estudio, empeñado en combinar elementos en apariencia inocentes con una caricaturizada violencia extrema y humor negro, creando un conjunto  que seguro que  despertará la sonrisa de más de uno.

Castle Crashers es uno de los juegos más destacados del próximo catálogo de Arcade y un proyecto que ha despertado la expectación de muchos aficionados, tanto de los que ya conocían el trabajo del estudio como de los que lo empiezan a descubrir ahora. Pero si a los elementos por los que este grupo ha saltado a su actual estado de reconocimiento general, se le añaden los numerosos toques y la impresión de ser su trabajo más cuidado, repasado y ambicioso, cabe la posibilidad de pensar que estemos ante todo un salto cualitativo, un antes y después para un grupo indie que comenzó sus andanzas publicando juegos gratuitos en Flash.