A pesar de la masificación y de la impaciencia, en Tokyo todo ha sido orden y buenas formas.
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Durante estos 3 dias hemos podido poner a prueba, una vez más, la paciencia de nuestros amigos nipones. Aunque estábamos todos apretados como sardinas, nadie empujaba, ni gritaba, ni se enfadaba ni se desesperaba. Buen uso de la meditacion samurai, sí señor; personas muy educadas con unos modales exquisitos. Todos aguardaban su turno en las perfectas colas que montaban para poder probar las novedades que se mostraban o para pedir la comida en el restaurante.
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Aunque cansados, todos estaban muy animados, probando toda clase de juegos, como los nuevos presentados para Eye Toy de PlayStation2. Algunos de los más frikis han pasado horas y horas en el mismo stand, haciendo de nuevo toda la cola, para poder jugar a juegos como "Chaos Breaker".
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Curiosas las labores de las azafatas de los stands, cuando por megafonia solicitaban por favor a la gente que no se quedase parada en los pasillos para no obstaculizar el paso, y cuando avisaban del tiempo de espera en las colas, como si se tratase de algun parque de atracciones.La participación en los concursos también era muy activa, aunque ya es normal con los suculentos premios que se sorteaban: muñecos para colgar del móvil, camisetas, demos exclusivas, mochilas... etc.
El TGS termina, todo el mundo abandona el pabellón... / noticias
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Al cambiar de un pabellon a otro pasábamos por un patio en el que la gente descansaba del barullo y aprovechaba la gran cantidad de luz para hacer fotos de cosplay. Allí se encontraban la gran mayoria de las chicas que habían venido a la feria sólo para lucir sus disfraces, posando durante horas y horas delante de las cámaras como si fueran auténticas modelos profesionales.
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Al irnos adentrando en las últimas horas de la tarde del último día, el cansancio ya no perdonaba. Las colas se hacían guardando el mismo orden y tranquilidad, pero todos sentados en el suelo. Sentados por las escaleras y apoyados en las paredes también podían verse a multitud de personas admirando sus adquisiciones compulsivas de merchandising o la información publicitaria que entregaban en cada stand, ya muy cansados, ya que muchas de las personas han venido los dos días en que se habría al público, quedándose durante todo el horario de la feria.
Las azafatas japonesas, pidiendo orden en las colas / noticias
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Cuando el Tokyo Game Show ha cerrado sus puertas veíamos como las personas iban abandonando el recinto muy lentamente, reticentes a marcharse, cansados pero felices, con la ilusión de poder adquirir ya pronto las novedades que ahora han conocido.