Más información sobre F.E.A.R.

Muchos juegos se esfuerzan por convertir al jugador en el protagonista de su propia película de acción, pero ¿y si un juego nos hiciera sentir como un auténtico conejillo de indias? Ésa es la impresión que nos empapará en F.E.A.R. a raíz de su inquietante planteamiento. Cuentan que, desde hace un tiempo, el terror y la ciencia ficción se pasean cogidos de la mano. La historia narra cómo llegamos a las fuerzas especiales F.E.A.R. en plan novato, es decir, de reemplazo de última hora y sin saber ni la mitad de lo que debiéramos. Todo surge a raiz del extraño comportamiento de un ex-F.E.A.R., llamado Conrado Krige, que es precisamente a quien sustituímos. No sólo ha dejado tirado a sus compañeros, sino que parece haber entrado de pleno en el bando contrario. Llegados a este punto, el control de la situación se desmadrará. Seres de extraños poderes sobrenaturales se dedicarán a pasearse por instalaciones secretas con total impunidad y lo que es peor, una inquietante niña en plan Akira parecerá querer jugar con los soldados de esas mismas instalaciones. Monolith no quiere que su juego sea calificado ni de juego de acción en primera persona ni de survival horror, y parece gustarle más ese inquietante término medio con el que pillar desprevenido y sorprender al jugador. El diseñador del juego, Craig Hubbard, lo tiene muy claro: "Ante todo habrá un suspense influenciado claramente por las películas de terror japonesas, muy cerebral". El juego, que exprimirá al máximo el Directx 9.0 y estrenará motor 3D propio, espera su salida para el año que viene.