Aun teniendo el reconocimiento actual de la industria y de algunos sectores de consumidores, AMD sigue arrastrando algo de aquella leyenda negra que, todo hay que decirlo, se ganó a pulso durante buena parte de su trayectoria. Microprocesadores plagados de fallos, pobre rendimiento y falta de compatibilidad son problemas que aún resuenan entre los consumidores menos informados, aunque hace tiempo AMD ya consiguiera solventarlos.
Quedan muy lejos los tiempos en los que IBM pidió a Intel que cediera algunas de sus patentes a AMD para que ésta pudiera fabricar clónicos de la aquitectura x86 y de esa manera tener competencia entre ambas. Dicho acuerdo aconteció a principios de los años 80, y desde entonces ha llovido mucho. Por primera vez en muchos años, es Intel quien está siguiendo la estela de AMD en lo referente a procesadores de 64 bits que mantienen la compatibilidad con el software de 32 bits. La poderosa multinacional de la informática anunció hace algunos días que no tendría problemas en realizar una arquitectura similar a la de AMD ya que ambas empresas pueden acceder a las respectivas patentes del contrario por un acuerdo de 1995. Este anuncio de Intel refuerza la posición de la arquitectura AMD64 de cara a desarrolladores y usuarios finales.
En una campaña de duración no concretada (12 a 24 meses), AMD quiere transmitir esta realidad a los consumidores. Así mismo, se espera que presenten nuevas arquitecturas con las que confían arrebatar una parte del mercado a Intel. Los nuevos procesadores de AMD tendrán accesos a memoria más rápidos, integrados en el propio chip y protección antivirus. La reestructuración de los precios también será otra medida importante en este plan de AMD, el lema vendrá a ser: "mejores rendimientos por un precio similar". Veremos que tal acogen los compradores esta nueva política de precios.