Victoria: An Empire Under The Sun (PC)

El siglo XIX ha sido muy poco tratado por las compañías de soft a la hora de publicar juegos de la categoría de estrategia. La ausencia de conflictos de larga duración y la proximidad temporal con el siglo XX, plagado de conflictos bélicos, han hecho que los programadores no se decantaran por este periodo de la Historia, que por otro lado, es sumamente interesante. Paradox Games, en su afán por traernos lo mejor de los wargames, ha decidido lanzarse a la aventura y publicar un juego ambientado en este siglo XIX.

Con el nombre de Victoria: An Empire Under the Sun, Paradox nos presenta su última producción. En ella escogeremos cualquier nación existente en la fecha de inicio del programa: 1836, e intentaremos llevarlo a lo más alto hasta el final del juego, situado en 1920. La época es un factor determinante para el juego: en el periodo que marca el inicio del reinado de Victoria de Hannover en las islas británicas ocurrieron los más importantes cambios sociales de la época contemporánea.

Y es en esto, en los cambios sociales, donde se encuentra el elemento más innovador del juego. En una época de fuertes convulsiones sociales, pasar por alto este dato sería imperdonable en un juego de este estilo. Y en Paradox no lo han hecho: la fortaleza económica y militar de una nación dependerá en gran medida de su sociedad. La población, en Victoria, se divide en 10 grupos, desde aristócratas hasta campesinos, pasando por burgueses o proletarios. Cada grupo tiene sus propios intereses, que pueden ser contrapuestos. Y es misión del jugador modificar estos intereses para poder realizar sus políticas.

El jugador decide cuándo y cómo modificar los estratos sociales de su nación. Jugar con una nación predominantemente agraria puede dejar al país fuera del concierto internacional del colonialismo. Si necesita transformar su población, predominantemente agraria, a una población industrializada, deberá tomar las medidas necesarias para fomentar la emigración del campo a las ciudades, como por ejemplo, subiendo los impuestos a los campesinos. Una política muy agresiva podría crear problemas (revoluciones reaccionarias), pero por otra parte, un excesivo trasvase de población podría trastocar el orden social del país, creando un nuevo grupo social con conciencia de clase capaz de hacer una Revolución y acabar así con nuestro gobierno.

En el siglo del Colonialismo por excelencia, el jugador podrá reclamar territorios inexplorados o cuando menos, no industrializados. Si dos naciones reclaman un mismo territorio, existirá un conflicto, que podrá desembocar en la guerra. La diplomacia tendrá un papel muy importante para evitar estos conflictos. Según dicen en Paradox, la diplomacia tendrá elementos de sus anteriores juegos: el Hearts of Iron y el Europa Universalis, añadiéndoles algunas opciones más, como las alianzas defensivas (defenderse sólo en caso de ataque exterior), garantizar la independencia de un país, o alianzas condicionales (entrar en guerra sólo ante unas determinadas condiciones).

Si falla la diplomacia, siempre nos queda la guerra. La guerra será muy similar a como lo es en el Europa Universalis, pero las unidades militares tendrán una estructura muy parecida al Hearts of Iron. Existen un total de cinco unidades militares distintas: milicias, tropas coloniales, infantería regular, tropas de elite, y caballería. No está confirmada la presencia de aviación ni de unidades mecanizadas (existentes desde la primera década del siglo XX). En el mar, habrá fragatas, veleros de guerra, acorazados, y "dreadnoughts". Los ejércitos serán mandados por líderes, al estilo del Hearts of Iron, y al igual que en este juego, no podrán morir ni ser capturados en las batallas.

Las unidades militares se moverán a través de las provincias. Varias provincias formarán una región, y varias regiones formarán un país. En las regiones será donde se puedan construir las mejoras que ya existían en anteriores títulos de Paradox: minas, fortificaciones, fábricas… Sin embargo, serán las provincias las que puedan ser objeto de cesiones y conquistas en las guerras. El juego constará de aproximadamente unas 2.300 provincias y unas 550 zonas marítimas, que formarán un mapa mundial de una resolución aproximada de 20.000 X 9.000 pixeles, lo que nos da una idea de su magnitud.

La economía será otro de los pilares del juego. Estamos en una época donde se verá el desarrollo del capitalismo (con sus vertientes librecambista y proteccionista) y el nacimiento del comunismo. Las fábricas serán las encargadas de producir bienes industriales, pero para eso se necesitarán materias primas, que podrán conseguirse mediante la ocupación de colonias o comprándolos en el mercado mundial. Estas materias primas se irán ampliando conforme el juego siga su ritmo. La aparición del ferrocarril supondrá una notable mejoría en la productividad de aquellas regiones donde existan factorías. El ferrocarril también incrementará la velocidad de movimiento de las tropas dentro de su mismo país.

Al igual que en los anteriores juegos de Paradox, este Victoria tendrá eventos, representados con un gráfico distinto, que condicionarán el transcurso de la partida. Estos eventos afectarán a todos los ámbitos del juego, tanto políticos (un pronunciamiento militar), militares (una guerra lejana), o económicos (la fiebre del oro, por ejemplo). Los eventos también condicionarán el desarrollo científico de las naciones. El sistema tecnológico se formará a través de un árbol de tecnologías, compuesto por cuatro grandes grupos divididos en cinco grupos más pequeños con cinco aplicaciones cada grupo. En total: 125 aplicaciones. Muchas de ellas estarán reguladas por eventos, donde el jugador podrá elegir el camino a seguir en el gobierno de su nación.

El fin último del juego será obtener el máximo prestigio posible, y colocar a tu nación entre las Grandes Superpotencias, o lo que es lo mismo, entre los ocho países con más prestigio del mundo. El prestigio es la suma de todos los componentes del juego: el bienestar de tus ciudadanos, tu poder militar, tu fortaleza económica, y tu nivel de industrialización. El prestigio incidirá directamente en el trato que las naciones extranjeras tengan de ti. A mayor prestigio, mejores relaciones.

Estéticamente, el juego no difiere en mucho las anteriores producciones de Paradox. La acción se desarrolla en un mapa del mundo, ampliable mediante un zoom, en el que se nos muestran las provincias y regiones de las distintas naciones. La novedad en este programa radica en la utilización de texturas para rellenar los mapas. Si en los Europa Universalis y Heart of Iron cada provincia era de un color determinado según fuese llana, desértica, o montañosa, ahora las provincias vienen representadas tal y como se vería desde un satélite artificial: con tonos amarillos y verdes que varían en su claridad/oscuridad dependiendo del terreno que representan.

Durante el juego oiremos una banda sonora acorde a la época en la cual jugamos, algo que ya se vio en otros juegos de Paradox. Junto a las campañas completas, vendrán un total de tres o cuatro escenarios, aparte del modo multiplayer que permitirá jugar hasta un máximo de 32 jugadores simultáneamente. Todavía no hay datos sobre el tipo de protocolo que soportará los 32 jugadores: si TCP/IP o median LAN.

Por desgracia, el aumento del tamaño del mapa y la mayor resolución en las texturas de éste se puede cobrar una precio bastante importante en la potencia del equipo mínimo necesario para hacerlo funcionar. Aunque oficialmente en Paradox no han comentado los requisitos mínimos del juego, se comenta la posibilidad de que se necesiten 256 Mb. de RAM y una resolución mínima de 1024x768 pixeles para poder jugar. Los equipos de hoy en día superan con creces estas cifras, pero no deja de ser un punto negativo que haya usuarios con equipos antiguos que ya no puedan disfrutar de un título como el se nos anuncia aquí.