Breath of Fire: Dragon Quarter, Impresiones (PlayStation 2)

Si Square es a Final Fantasy, Namco a Xenogears y Konami a Suikoden, Capcom es sinónimo de Breath of Fire en cuanto a su línea de juegos de rol (en adelante RPGs) se refiere. A pesar de que el primero de la saga Breath of Fire salió para la Super Nintendo, la serie ha ido evolucionando entrega a entrega pero sin lugar a dudas Dragon Quarter ofrece el cambio más significativo hasta el momento. Puede que genere algunas dudas a los jugadores más clásicos y veteranos, pero sin duda abre sus puertas a una nueva hornada de jugadores que quieran aproximarse a un género que cada día gana más adeptos.

Un RPG en la línea argumental de sus predecesores

  La historia es marca de la casa. Ryu, el protagonista, tiene el poder de transformarse en dragón, cosa que descubriremos bien pronto en el juego. Sin embargo, la coyuntura personal de Ryu es muy distinta. La sociedad vive muchos metros bajo tierra, tras lo que se supone un gran desastre ecológico que provocó que sus habitantes tuvieran que buscarse las castañas en las profundidades del subsuelo. No obstante, la sociedad continúa jerarquizada militarmente y, por encima de todo, marcada por un número (D-ratio) que determina ya a priori el nivel y meta que alcanzaremos en nuestra vida. Ryu trabaja como guardián de última clase y en una misión de protección de un convoy se desencadenará una importante serie de acontecimientos…

Un inesperado giro: SOL

Ojo, eso si, los enemigos aumentan comparativamente su nivel para evitar que nuestras andanzas sean demasiado llanas. De esa forma, el equipo de Capcom pretende darle un toque más de incentivo para que la gente no abandone el disco tras completar el juego por primera vez y darle un poco de más de durabilidad a un producto que, de no ser así, se alargaría no más allá de las 10-12 horas. Sin embargo, no dejamos de estar jugando siempre a lo mismo (por muchas variaciones que introduzcan, el juego es siempre el mismo), lo que consigue que en muchos casos uno no quiera llegar hasta el final de todo. Pero bueno, eso ocurre también con todo el resto de RPGs.

Un relevo a nivel gráfico

  Y cuando me refería a que había un detalle que saltaba a la vista en primer lugar me refería obviamente al cambio gráfico. Un notable cel-shading es el arma utilizada por los grafistas para dar vida y color a los personajes de la quinta entrega de la saga del dragón. Aunque personalmente sigo prefiriendo un despliegue poligonal como el de Suikoden III (a pesar de las ligeras bajadas del framerate que eso pueda ocasionar) no puedo negar que BOF sea feo. No, la verdad es que hace bastante más que cumplir y aunque tuve mis reticencias al principio del juego, tras pocas horas pude suavizar mi punto de vista y admitir que el trabajo realizado al respecto está a gran nivel. OK, Final Fantasy X tiene mejores gráficos a nivel general y Xenosaga mejores secuencias cinemáticas, vale, pero pocos juegos consiguen una mejor correlación entre el dibujo de los personajes y el estilo propio de los escenarios.

Además, varios tipos de cámara están disponibles a lo largo del desarrollo del juego. La más frecuente es la del tipo follow-me-home, situada tras el personaje principal y que puede moverse a izquierda-derecha según nos convenga. Hay otra cámara útil de vista superior que a menudo usaremos para planificar nuestra estrategia en los combates ya que, lo habéis adivinado, habrá combates que requerirán (y mucho!) de nuestra estrategia.

Sistema dinámico de combates

  Tal vez lo más innovador, junto con el SOL, de este BOF sea el sistema dinámico de combates. El eje central de este sistema está basado en los puntos de movimiento (como ocurriera en Xenosaga); es decir, cada personaje dispone de un número determinado de puntos, calculados a través de muchos factores (velocidad, peso del equipo, nivel, etc.), para realizar todas las acciones que quiera. Novedades? Hasta ahí ninguna. Peeeero, la cosa cambia cuando observamos que al principio, en mitad o al final de nuestros ataques podremos mover el personaje a nuestro antojo hasta agotar dichos puntos. Es decir, yo puedo moverme hacia un enemigo, golpear dos veces y moverme de nuevo; o bien golpear, cambiar de enemigo, volver a golpear y huir.

Esto amplía enormemente las posibilidades estratégicas de los combates de BOF. Alrededor de nuestro personaje aparece un círculo verde que determina el alcance máximo de nuestro movimiento en este turno; al mismo tiempo, cada enemigo tiene a su vez un círculo de movimiento máximo que, en muchos casos, es menor que el nuestro. Pues voilà! Una buena estrategia es la de Hit n' Run, golpear y huir. En otros casos querremos mantener al enemigo lejos para plantar hechizos estáticos (como Nina hace bien), podremos coger objetos en el suelo y utilizarlos (única acción que no requiere puntos de movimiento), usar magias…

A priori hay 3 tipos de ataque distintos, realizados a través de los botones X, cuadrado y círculo. Su uso dependerá de la clase de movimiento que queramos utilizar, siempre teniendo en cuenta que consumen 10, 20 y 30 puntos de movimiento respectivamente. Si tras utilizar uno de los ataques seleccionamos rápidamente otro distinto, estaremos realizando un ‘combo' que añadirá una bonificación extra al daño realizado. En definitiva, múltiples posibilidades para un sistema de ataque por turnos que aporta determinados detalles que lo hacen considerablemente más ameno.

Una banda sonora de lujo

Pero si algo hay a destacar en esta nueva entrega de BOF es su impecable banda sonora, orquestada magistralmente por los maestros Sakamoto y Mitsuda, ambos con gran experiencia no ya en el campo de los videojuegos sino que en el submundo de los juegos de rol en particular.

La música, de corte clásico, llena lo suficiente el desarrollo del juego sin ser en ningún caso repetitiva, al margen de la gran calidad de todas y cada una de las piezas que suenan a través de nuestros altavoces que no obstante, una vez más, no podrán configurarse más allá del stereo.

Breath of Fire: Dragon Quarter, una apuesta diferente

Aunque no contiene todos los elementos necesarios para convertir este juego en un super estrella, la verdad es que particularmente me está gustando bastante. Supone un acercamiento distinto al tradicional que ha permitido que, a pesar de que llevo jugando varios RPGs consecutivamente (Suikoden III, Xenosaga, Wild Arms 3 y ahora éste) se me ha hecho bastante ameno.

Además, la historia es de corte serio y formal, sin contener extraños giros cómicos como contrapunto argumental. Enfrente tenemos una tripleta protagonista que presenta una historia sólida y bien construida, con los giros clásicos propios del género, aunque de duración algo corta. Como dije, yo lo terminé en pocas horas pero la segunda vez que empecé traté de tomármelo un poco más con calma.

Conclusiones