Gitaroo Man (PlayStation 2)

Cuando la prensa especializada comenzó a hablar, hace ya algunos años, sobre las consolas de 128bits, lo primero que tomaba forma en nuestra imaginación eran caras casi humanas y paisajes tridimensionales, gracias a una potencia gráfica que haría que todas las imperfecciones de el resto de las consolas quedasen a una lado.

Era casi real, casi como realidad virtual. Y así lo han demostrado juegos como Soul Calibur, Shenmue, o Gran Turismo 3. Pero lo que muy pocos esperaban era una "paranoia" del calibre de Guitaroo-Man en una consola de nueva generación.

Por ejemplo, Parapa, juego en 2D, lucía unos diseños bastante atípicos, mitad raperos, mitad friki-animales... incluso uno de sus personajes tenía una cabeza de cebolla. Pero es que Gitaroo Man queda MUY por encima de todo lo visto.

Tendremos que derrotar a infinidad de enemigos que intentan hacerse dueños de la Tierra, y para ello usaremos nuestra increíbles, novedosas y alucinantes armas: una guitarra y un piano. Pero no son unos intrumentos cualquiera. La guitarra lanza unos rallos, y el piano es una especie de OVNI con vida propia (y nombre: Flying-0) que nos permite surcar los cielos con gran facilidad. Pero esto no acaba aquí.

Tendremos que hacer uso de estos "destructores" artefactos coordinando perfectamente nuestros movimientos al ritmo de la música, lo que hará una ejecución perfecta. Haciendo uso del stick analógico y los botones tendremos que ir pulsándolos en el momento exacto. Aunque Koei sabe que esto llega a cansar a cualquiera, así que nos propone dos métodos diferentes. En el primero de ellos, tendremos que mover el stick según nos lo indique una línea que aparece en pantalla.

Esta línea tiene unos pequeños puntos en los que además, tendremos que pulsar un botón, dando como resultado "Ok", "Great" o "Miss". En la otra modalidad, tendremos que apretar el botón que se nos indique justo en el instante en el que pase por el centro de la pantalla. Existe una ventaja, que cada botón aparece de un lado diferente, por lo que se nos facilita mucho esta ardua tarea.

Si ya las armas sorprenden, lo que te deja de piedra es el aspecto de los personajes y de las ciudades. Quizás los nipones estén acostumbrados a este tipo de locuras, pero es que uno no sale de su asombro. Todo tiene ese aspecto manga que a mi me recuerda en algunas cosas a Ranma 1/2. Narices deformes, vestimentas horribles, proporciones desmesuradas, llamativos colores.

No es que sean de mala calidad, sino que el aspecto es demasiado oriental. Y de las ciudades ni hablemos. Algunos edificios son como tragaperras gigantes, y los más normalitos tienen unas texturas que no concuerdan con el bloque continuo. Como si cada uno lo hubieran construido a la ligera, sin fijarse en nada. Podéis verlo en algunas capturas.

Desde luego, la calidad es asombrosa, y la variedad de los títulos hace que cada fase del juego te resulte completamente nueva. Todo un acierto y un alarde de imaginación. Fijaros si es de tan alto calibre, que hasta han sacado al mercado un CD recopilatorio con las pistas más sonadas.

Otro aspecto importante es la cantidad de personajes que nos acompañan durante la aventura. Las guapas Pico y Kira, el malvado Pampeus, un deforme gatito llamado Min-Min, o un extraño robot con la capacidad de convertirse en diversos artilujios. Cabe destacar a varios: El propio U-1, que tendremos que convertir en un auténtico Guitaroo-Man y el malo malísimo: Zowie (que da más pena que miedo).

Pero los más raros del mundo (mundial), los que jamás podrías haber imaginado, los que superan cualquier cota de imaginación, los que destrozan los esquemas de la estética, los que obligan a darle el calificativo de estúpido: 3 tipos disfrazados de mono, conejo, y panda. Esto puede parecer normal, pero es que el aspecto super-deformed, con sus inmensas cabezas y que los trajes parecen sacados de un "todo a 100" es digno de mención. Podéis verlos en un boceto que adjunta este avance.