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Actualidad

Editorial y cierre Spaceworld 2001 (II)

Hoy ha sido el último día en el Spaceworld. Después de cubrir 4 frenéticos días, con multitud de sorpresas (Zelda), y muchas incógnitas sin resolver, parece que Nintendo continúa con su hermetismo clásico y no suelta prenda acerca de su futuro en GameCube.

Con la miel en los labios..... y todo el panal.

Nintendo siempre ha sido un sinónimo de arte, de espectacularidad, y sobre todo, de distinción. Los video-juegos ya no son una cosa de locos, y, aunque muchos medios de comunicación intenten tacharlos, nosotros verdaderamente sabemos de lo que hablamos.

Con la entrada de grandes empresas como Sony o Microsoft, las consolas han dado un paso adelante. Pero, el verdadero espíritu que mantenían en pié los video-juegos, está muriendo. Esto parecerá hasta ridículo, pero SEGA ha tenido que sucumbir ante las grandes, y a Nintendo le están tirando de las orejas para que su temática se vuelva más adulta, más acorde con la competencia. O lo que es lo mismo: que deje de ser Nintendo.

De repente, todo el mundo esperaba que, tras el semi-fracaso de la Nintendo64, la temática de sus juegos dieran un giro de 180 grados, y son encontráramos ante una nueva empresa, una compañía que cambia su forma de hacer video-juegos para buscar lo que el resto anela: dinero. Pero Miyamoto, cabeza visible y casi relaciones públicas de Nintendo, tiene el coraje de seguir haciendo el PERFECTO concepto que el tiene sobre los videojuegos.

Por un lado, Nintendo tiene en la cabeza que la gente que observó los primeros juegos para SNES, tiene ya algunos años, y también busca algo diferente, alguna historia que no le deje dormir tranquilo. Así nos encontramos con juegos como Star Fox o Eternal Darkness, que sencillamente me han dejado maravillado. Ambos son capaces de mostrar expresiones faciales y, mientras que Star Fox se luce con las texturas, Eternal Darkness lo hace con las luces. Un tremendo y eufórico aplauso por ambos juegos, que si los veis a fondo, venderán consolas entre aquellos que necesitan este tipo de juegos para sentirse... adultos.

Y por el lado opuesto, los juegos de Nintendo que siempre han encandilado a medio mundo, y personalmente, me encantan, han mostrado el potente Hardware de GameCube y la propia personalidad de Nintendo:. Mario y perfecto aspecto y acabado; WaveRace, y sus impresionantes reflejos y trasparencias; Luigi's Mansion, con sus sombras y su aspiradora; Super Smash Bros, 1080 Snowboarding, Metroid Prime, Pikmin... Y no por ello ninguno tiene que ser tachado como infantil, estúpido o simple, términos que no hacen nada más que demostrar la inteligencia de los que dicen tan "dignas" palabras. Son juegos con personalidad, y de los que todos acabamos siendo participes de su historia, jugabilidad y diversión.


Aunque, lo que nos ha dejado pasmados a todos, ha sido el aspecto del buque insignia de Nintendo: Zelda. Las imágenes que habían despertado los corazones de miles de jugones de todo el mundo en el SpaceWorld del año pasado, los han destrozado en esta edición. Cuando todos vimos ese aspecto simplón, como inacabado, e incluso un poco ridículo, nos quedamos anonadados. Deseamos que eso no fuera verdad. Y realmente, creo que por un momento, Miyamoto también pensó lo mismo. Pero, señores, Miyamoto los tiene bien puestos y lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a hacer un Zelda para nintenderos, para jugones de toda la vida, para los que saben que Miyamoto mira más allá de unas simples imágenes, y que ahonda en todo aquello que pueda servir para mejorar el desarrollo del juego. Quizás se haya pasado por alto un público muy interesante, que compraría la consola por el antiguo aspecto de Zelda. Seguro que el nuevo Zelda es un juego genial, de 10 sobre 10, pero no es lo que esperábamos.

Miyamoto sabe que tarde o temprano, muchos de los que le cubrieron de estiércol en infinidad de foros, pronto lo harán de gloria. GameCube es una máquina increíble. Y de ello dan parte el gran número de third parties que han anunciado sus juegos: Soul Calibur, Tekken, Ridge Racer, FIFA, Madden, NHL, Extreme G 3, Turok, Resident Evil y un largo etcétera. Entre los que caben destacar los que aporta SEGA, mano derecha de Nintendo para conquistar el mundo: Sonic Adventure, PSO ver. 2, Virtua Striker y Super Monkey Ball.

Con esto, Miyamoto puede hacer los Zelda que quiera, y sabe que, en donde falló su predecesora (Nintendo64), triunfará este nuevo alarde de juegos de última generación. Esos que dicen que el SpaceWorld ha sido pésimo, o no se han informado bien, o les han comido el coco. Nintendo es Nintendo, y agradezco que sea así. Que siga sorprendiendo con Zelda, que siga innovando con Pikmin, y que siga dándonos multiplayers como Wave Race o Smash Bros. No necesita venderse a la gente. No necesita cambiar su "forma de ser". No necesita sucumbir ante el poder del capital. Nintendo ha pisado en la losa correcta del camino hacia el futuro.