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Indrema necesita capital
La consola L600 podría no llegar al mercado si la compañía californiana no encuentra un inversor rápidamente
Uno de los proyectos más curiosos y atractivos del momento, la consola L600 de Indrema, que pretendía ofrecer a la industria un modelo basado en la arquitectura abierta del lenguaje Linux y una alternativa a la "tiranía" de las grandes corporaciones (léase Sony, Nintendo y Microsoft), corre peligro de quedarse en una simple idea si no aparece un inversor que inyecte dinero en la compañía. A pesar de que el equipo de programadores y voluntarios de Indrema están a terminando un prototipo de la consola, su presidente, J. Gildred, ha confesado que su compañía se encuentra en dificultades y que los inversores (envueltos en la crisis actual de las tecnológicas) no confían en el proyecto. Las perspectivas, incluso para el propio presidente, de conseguir una inyección de dinero son "escasas", lo cual podría dar al traste con las esperanzas de la compañía de lanzar su consola a finales de año