NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SALTOS

Los primeros de Tokio

Del 1 al 6 de mayo la selección española de saltos disputará el Preolímpico en Japón con cuatro nadadores que se entrenan en Madrid.

Valeria, Rocío, Carlos y Alberto.
EDUARDO CANDEL

La burbuja de Tokio, una ciudad que aprieta el puño para organizar los Juegos Olímpicos en julio sin contratiempos, se abrirá del 1 al 6 de mayo para acoger el Preolímpico de saltos en la misma piscina que, dos meses y medio después, se citarán con la historia los Dressel, Ledecky, Hosszu y compañía. Los primeros de Tokio serán siete españoles que representan un deporte minoritario (menos de cien licencias) y con escaso protagonismo en los medalleros de las grandes competiciones.

Cuatro de ellos, Alberto Arévalo, Carlos Camacho, Valeria Antonilo y Rocío Velázquez se entrenan en la piscina Madrid-86 y pelearán por una plaza olímpica que está muy cara, como explica el director técnico, el italiano Donald Miranda: “De las 28 plazas en juego hay 17 que están ya asignadas, así que competimos por unas 11 posiciones con una competencia exagerada. Estamos en el corte. Todo está parejo”, explica este ex saltador italiano que llegó a ser campeón de Europa en 1999.

Con centros de tecnificación en Canarias, Madrid, Mallorca y Barcelona, los saltos han pagado los años de crisis en los que tuvieron que buscarse la vida para entrenar ante la ausencia de instalaciones adecuadas, por eso en Río de Janeiro no hubo representación española y en Tokio 2020 se antoja, de nuevo, complicada. Según Miranda, ahora se está caminando en la dirección adecuada: “Tenemos medallistas y campeones de Europa júnior, y eso antes no sucedía. El siguiente paso es que estos júniors puedan dar el salto”, comentó.

Rocío y Valeria.
Ampliar
Rocío y Valeria.EDUARDO CANDEL

Uno de ellos es Carlos Camacho, hijo de Ricardo, olímpico en tres ediciones de 1976 a 1984 y hermano de Clara, que fue nadadora de sincronizada del equipo nacional. “Con este Preolímpico nosotros empezamos un ciclo, no lo terminamos. Nuestras miras están puestas en París 2024”, soslaya Miranda, que explica que en la selección se mezclan dos generaciones: “Tenemos un grupo de nadadores de 25 y 26 años, que ya han estado en Mundiales y Europeos, y otro grupo con nadadores de 19 y 20”.

Los saltos en España están adquiriendo una metodología, porque la clave está en “crecer formando a los técnicos. A la Copa del Mundo iremos cuatro, por ejemplo”. Para ello, y con “el apoyo de la federación”, han añadido preparadores físicos y psicólogos a la estructura, incluso quieren empezar a trabajar con el big data para ayudar a los saltadores a buscar patrones en sus saltos que les ayuden a obtener mejores resultados.