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BALONMANO

El Logroño tumba al Bidasoa y mira a la Copa Asobal

El Logroño se impuso por 30-24 al Bidasoa Irun en un partido brillante, que dominó en todo momento y que puede ser decisivo para acudir a esta Copa.

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El Logroño tumba al Bidasoa y mira a la Copa Asobal
FERNANDO DIAZDiario As

El conjunto riojano, que no ha perdido esta temporada en casa salvo ante el Barcelona, quería reivindicar su juego y su capacidad para tener una posición más alta en la tabla, en la que hasta ahora era quinto. Y lo ha hecho con una victoria ante un rival de la Liga de Campeones que no ha tenido opciones de ganar y que no ha encontrado la manera de contrarrestar la intensidad defensiva de los riojanos, que, además, han tenido varias fases destacadas en ataque.

El Logroño comenzó el partido con una intensidad propia de una final, como si se jugará todo su crédito, y logró, además, controlar a los lanzadores del Bidasoa, en especial a Leo Renaud-David, inédito en todo el primer tiempo.

La intensidad riojana desconcertó al Bidasoa, que no esperaba un juego tan duro desde el inicio y que durante muchos minutos dio la sensación de no estar cómodo en la pista, como si no encontrara la forma de afrontar un partido así. En esa dinámica el marcador se fue ensanchando a favor de los locales en los primeros veinte minutos, en los que desarbolaron por completo al Bidasoa y llegaron a tener ocho goles a su favor (12-4).

El cansancio empezó a pesar a los locales, que trataron de controlar algo más el ritmo de juego con dos centrales en la pista, Kukic y Baleciaga; pero la bajada de ritmo en vez de control supuso varios errores de los riojanos, que metieron al Bidasoa en el partido. Porque para lo que había sucedido antes, llegar al descanso con cuatro goles de desventaja (14-10) era casi un triunfo para el equipo vasco.

Además, los guipuzcoanos fueron a más tras el descanso y se colocaron en disposición de disputar la victoria, a dos o tres goles de un Logroño liderado por Sergey Hernández en la portería; así, a pesar de todo el esfuerzo anterior, el equipo riojano pasó por unos momentos de agobio cuando el Bidasoa empezó a funcionar como se espera de él, con un Esteban Salinas muy activo en ataque. Por eso, el choque llegó vivo a la recta final y con una intensidad propia de dos de los mejores equipos de la Liga, que se jugaban muchas opciones de estar en la Copa Asobal de Valladolid y que por momentos brindaron un espectáculo de mucho nivel.

Fue en ese momento cuando el mejor Logroño regresó al partido para ganarlo; defendió como al principio y atacó con acierto para volver a lograr un colchón en el marcador, que llegó a los siete goles (28-21) a cinco minutos del final con los que sentenció al Bidasoa.