Kosovo, en el Mundial júnior en igualdad de trato que el resto
Con protocolos idénticos entre kosovares y las otras selecciones en Pontevedra y Vigo, España evita que le retiren el Campeonato del Mundo femenino
EI martes de la próxima semana arrancará en Pontevedra y Vigo el Mundial masculino sub-21 en el que, contra todo pronóstico, se clasificó la selección de Kosovo. Y que Kosovo dispute torneos oficiales internacionales en España se ha convertido en un problema, como se demostró en el Mundial de kárate (2018) y en el Europeo de esta misma disciplina (2019) en el que se superó el problema diplomático con imaginación.
Hoy, la Federación Española de balonmano recibió del Ministerio de Asuntos Exteriores la noticia por la que ha trabajado tres meses: Kosovo participará en las mismas condiciones que el resto de los países. En los próximos días, previo a la inauguración del evento, se conocerá el documento que redacta Exteriores para la ocasión, y que es un alivio para la Federación porque discriminar a Kosovo, país reconocido oficialmente por las federaciones Europea (EHF) e Internacional (IHF) generaba problemas importantes para los intereses deportivos de España.
Durante los tres meses que ha trabajado la Federación Española en lograr flexibilizar las normas del Ministerio (evitar que los kosovares desfilen son su bandera y suene su himno nacional, por ejemplo) a instancias de la política general del Gobierno. “Cumpliremos lo que decida mi país”, decía hace unas semanas Paco Blázquez, presidente de la Federación, a su vez presionado por la Internacional, con la amenaza de retirarle a España la organización del Campeonato del Mundo femenino en 2021, en teoría previsto en sedes de Cataluña y de la Comunidad Valenciana para completar el programa.
El Mundial júnior no ha corrido peligro, porque ya la IHF no disponía de tiempo para encontrar una sede alternativa, pero sí costaría una sanción notables.
En este tiempo de buscar soluciones, con el Ministerio de Asuntos Exteriores se han reunido el Consejo Superior de Deportes, el Comité Olímpico Español (también interesado en buscar una solución general) y la propia Federación Española.