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ESGRIMA

Martín-Portugués: “La esgrima es ahora un ajedrez moderno”

Lucía Martín-Portugués está en el equipo español de sable, una disciplina olímpica desde 2004. “Cuando se dice que la esgrima es un deporte individual no es verdad", cuenta.

Martín-Portugués: “La esgrima es ahora un ajedrez moderno”
CHEMA DIAZDIARIO AS

El sable femenino entró en el programa olímpico en Atenas 2004 y en España ha salido un proyecto muy serio para llevar un equipo de cuatro tiradoras a los Juegos de Tokio 2020. “Cuando se dice que la esgrima es un deporte individual no es verdad. Tener unas compañeras para hacer combates es muy importante”, relata Lucía Martín-Portugués, una cabeza visible del equipo que lucha para entrar con los mejores del ranking mundial: “Históricamente tenemos el puesto más alto que yo recuerdo. Vamos novenas. Con subir uno tendríamos opciones”. A Lucía le acompañan Araceli Navarro, Laia Vila, Sandra Marcos y Celia Pérez.

La clasificación olímpica la comienzan en abril, con los Grand Prix individual de Seúl y Moscú, la Copa del Mundo de Túnez y después llegarán los Europeos y los Mundiales. “El secreto de que vayamos bien, es entrenar y entrenar... Antes, como no había sable en Juegos, no salía cantera, pero en 2007 se hizo el plan especial de sable femenino. Hemos sido constantes y soportado los momentos de bajón”, sigue Lucía.

Martín-Portugués, de 28 años, relata la peculiaridad del esgrimista español: “Aquí no se empieza a destacar hasta que no tienes 25 o 26 porque es cuando adquieres la madurez. Es como un ajedrez moderno. Mentalmente tienes que entender la estrategia del asalto. Quizás los españoles tardamos más en aprender la esgrima porque nadie nos la explica”.

La madrileña se define como una sablista de “esgrima pícara”: “Trato de ser creativa. Cuando hay un problema intento buscar una solución. En cuanto a técnica, hay una escuela húngara, francesa... A mí si no me sale así, me sale asá. Yo aprovecho mis fallos para engañar al rival”.

Pero Martín-Portugués reincide en el espíritu de equipo: “Y es que esto es un deporte para mí más colectivo que individual, porque necesitas a una persona para hacer esgrima. Para mí es más representativo el equipo que los resultados individuales. Si Araceli hace una medalla en Copa del Mundo o yo en los Juegos Meditérraneos, es un fruto del equipo”.