España aspira al pleno de victorias ante Dinamarca

Entre España y Dinamarca ya no hay cuentas pendientes como tal, porque las dos selecciones se han ido cerrando las heridas a lo largo de los últimos campeonatos: la final del Mundial de 2013 en Barcelona donde la Selección le hizo un roto, Dinamarca, la campeona olímpica, ya la cosió en su propia pista. Pero este miércoles podría ser que un partido más fuese, sin premio en juego, resultase más que un partido entre dos equipos que están ya clasificados: si la República Checa gana a Hungría, los daneses podría verse obligados a salir a muerte para no pasar con cero puntos, un hándicap con el que ya no se pedende de uno mismo para seguir en la competición.

Lo adelantó Ribera, porque el seleccionador se había estudiado bien el programa, que “el partido con Dinamarca no es crucial ni definitivo si luego se ganan los otros”, y así está situación. Porque en el otro grupo tampoco está tan claro que Alemania vaya a pasar con cuatro puntos.

De cara al choque que cierra las tres jornadas del grupo D (20:30, Teledeporte), España está atenta a sus lesionados: Gedeón Guardiola dice que él puede seguir, pese a su esguince en el tobillo (“está un poco inflamado, pero no es tanto como para que me deje sin competición”), y lo de Julen Aginagalde, un pinchazo en la espalda que le mandó al banquillo a los dos minutos de partido, para no forzarle por si era más de lo que aparenta. Finalmente, en la mañana de este miércoles Jordi Ribera decidió dejar fuera por prevención al pivote e incluyó en la convocatoria al lateral Iosu Goñi.

El potencial de Dinamarca es enorme, sobre todo porque tiene una velocidad tremenda, porque los goles que recibe los convierte en contragolpes por la rapoidez con que saca desde el centro de la pista, porque mantiene ese ritmo atosigante la hora de partido, y porque en el juego organizado tiene a un lanzador como Hansen (13 goles en partido y medio, porque ante Hungría acabó en la grada expulsado) y a Rasmune Lauge, tambiñen con 13 tantos. Buenos pivotes, buenos extremos, y hasta el día de hoy un portero que a los españoles les tiene desconcertado: Landin, aunque hasta ahora está pasando con más pena que gloria tras dos nefastos encuentros.

Para España, el triunfo dispara sus opciones de ser semifinalista, y a Dinamarca le coloca contra las cuerdas dependiendo de lo que pase en el primer partido de la jornada del grupo, porque del República Checa-Hungría está el tercer equipo que pase: a los checos les vale el empate, y a los magiares sólo la victoria.