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RUGBY 7

Ángel López: el doctor del rugby 7 se retira de los campos

Pasó el MIR y su trabajo le impedirá seguir jugando. Prioridad: “Un deporte de tanto contacto es incompatible con la medicina”

Actualizado a
Ángel López, con un balón de rubgy como los que tantas veces ha manejado en su carrera.
Emilio Cobos / Diario AS

Angel López (Madrid, 16 de enero de 1992) fue olímpico en Río 2016 con la Selección de rugby 7, un equipo que desde el debut de este jugador en 2012 ha prosperado mucho. Tanto que el pasado 9 de abril obtuvo brillantemente la clasificación para las Series Mundiales de 2017 bajo la batuta de Pablo Feijoo, excompañero de López y ahora seleccionador. Fue en el trofeo de Hong Kong, el último para Ángel pese a que solo tiene 25 años.

Y es que el apertura, que jugó en el Cisneros y en el Alcobendas, cambiará los campos de rugby por los consultas médicas. Después de estudiar medicina durante seis años, el 28 de enero se presentó al MIR (Médico Interno Residente), un duro examen que realizaron 13.440 graduados y que pasó con una de las notas mas altas. “Si no lo hubiera aprobado, la historia sería diferente. Pero ya dije que si lo pasaba no podría seguir jugando profesionalmente, porque tendré un trabajo de ocho horas diarias”, dice Ángel, que eligió la especialidad de oftalmología y quiere desarrollarla “en un hospital grande de Madrid”.

“Nunca imaginé cerrar mi carrera internacional con ese triunfo para España. Es un orgullo y el broche perfecto”, afirma López, que empezó a jugar al rugby “con 14 años”. “Al principio me gustaba el fútbol, pero luego empecé a progresar en esto hasta que llegué a la Selección Sub-17. A los 18 entre en la Absoluta y compaginé el deporte con la carrera de Medicina. Han sido dos actividades muy duras que me han obligado a sacrificar mi vida social, pero no me arrepiento de nada, porque he vivido muchas cosas”.

Hijo de médicos, no se considera un superdotado, pero reconoce que siempre ha tenido “facilidad para estudiar”, como su hermana, que también va para doctora. “Con disciplina se puede con todo, pero un deporte de tanto contacto es incompatible con la medicina. Lesionado no podría trabajar”.

López no se olvidará del rugby: “Ayudaré en lo que pueda porque estaré agradecido eternamente a este deporte, pero la prioridad es la actividad médica”. Tras pasar por cinco operaciones (“cuatro de rodilla y otra en una mano”), de su etapa como jugador elige dos momentos: “La clasificación para los Juegos y toda la semana en Hong Kong”