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WATERPOLO

Maica García alterna el cloro con su ‘Barbeluquería’

La jugadora de la Selección y boya del CN Sabadell se ha hecho empresaria: "Mis compañeras me piden productos y vienen de vez en cuando".

Maica García, en su 'Barbeluquería'.
Rodolfo Molina

Entre el entrenamiento matutino y el vespertino en el CN Sabadell, Maica García saca horas para desplazarse a su nuevo negocio, la Barbeluquería, un centro de depilación, barbería y peluquería ubicado en Sant Cugat.

“La idea fue de mi hermano. Tengo 26 años y no sé cuando me retiraré, pero esto es una alternativa y piensas en nuevos caminos. Aunque mi prioridad sigue siendo el waterpolo”, comentó la boya internacional, quien reconoce que con los años los jugadores y jugadoras de waterpolo se han preocupado más por la imagen. “Cuando empecé a jugar me daba igual la imagen, pero con el paso de los años te vas cuidando el pelo, por ejemplo. Ahora todas tenemos que utilizar depilación, productos para el pelo o la piel. Y los chicos también. Creo que este negocio nunca pasará de moda”, aseveró.

Curiosamente, fue su hermano quien le inculcó la pasión por el waterpolo. “Cuando era una niña lo iba a ver jugar. Me gustaba más ver partidos de waterpolo que practicar natación, hasta que a los diez años cambié de deporte. Ahora es él quien me viene a ver más a mí”, recuerda Maica, que sigue entrenándose esta Navidad para la segunda ronda de la Champions con el CN Sabadell, que arrancará la segunda semana de enero.

“A nivel internacional somos el rival a batir, pero eso nos motiva. Hemos incorporado compañeras, tendremos otra manera de jugar, el juego cambia y nos tendremos que conjuntar para llegar a la cima otro año más”, comentó. Recientemente, el CN Sabadell disputó un torneo internacional en Hungría en el que ganó a los otros grandes equipos europeos.

Maica reconoce que la experiencia de Río le sirvió al equipo para “aprender” y que todas las internacionales necesitaban un año “más tranquilo que el anterior, porque acabamos agotadas”. Mientras llega la fase determinante de la temporada, Maica saca tiempo para gestionar su negocio, en el que sus compañeras también se han convertido en sus clientas. “Me piden productos y vienen de vez en cuando”, dice Maica, boya y empresaria.