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TRIBUNA LIBRE

El agujero negro en la defensa de los Oakland Raiders

Después de haber concedido un récord en yardas en los dos primeros partidos, y la figura del middle linebacker tiene que ser fundamental.

Khalil Mack lidera una defensa de los Raiders que debe dar un paso adelante.
Getty Images

Los Raiders tienen una buena defensa.

Dicho así, tras registrar el récord histórico en yardas encajadas las primeras dos semanas de regular season, 1.035 yardas exactamente, parece que me haya vuelto loco o que mis ojos se hayan vuelto ciegos por un exceso de “hooliganismo”. Para demostrar que la locura todavía no me ha llegado y que intento ser objetivo y no un aficionado insensato, pretendo con este artículo dar argumentos del porqué creo que los Raiders tienen una buena defensa.

La opinión generalizada tras estos dos encuentros es que el problema recae en la secundaria de Raiders, que es un desastre. Se comenta que Nelson no lleva ninguna intercepción, que Smith está siendo quemado continuamente y que el pick de primera ronda Karl Joseph ni juega y en su lugar hay un cornerback reciclado. La verdad es que mirando las estadísticas lo está siendo. De las yardas en contra que comentábamos, las terrestres están a niveles similares a los años anteriores con una media de 113 yardas por partido. En cambio las yardas encajadas en el juego aéreo se han disparado hasta la increïble cifra de 409 yardas por partido. Los cornerbacks no consiguen mantener sus receptores cerca y los safeties no llegan a ayudarles. Pero la unidad de defensive backs no es, a mi juicio, la raíz de ese problema. Es una buena unidad y os explicaré porqué estoy convencido de ello, pero más adelante.

Una defensa tiene que hacer dos cosas; minimizar el juego terrestre y minimizar el juego aéreo. Lo se, no he descubierto nada. No obstante, muchas defensas son muy buenas en uno de esos aspectos y bastante sospechosas en el otro. Algunas son mediocres en ambos—como la de Raiders actualmente—y muy pocas son resultonas en cualquiera de las dos tareas. Pero hay un hecho innegable en este deporte. Si no consigues presionar con tu pass rush, poco va a pintar tu defensa en el partido. Y los de la bahía tienen una producción lamentable en ese aspecto. Cierto es que no basta con mirar el box score y sentar cátedra. Puede que Khalil Mack esté haciendo muchos hurries o que Irvin provoque montones de problemas a las líneas ofensivas rivales. Esto no se ve a simple vista estadística. Pero la verdad es que cuando miras los dos partidos que Raiders ha disputado, no ves atisbo de presión por ningún lado.

Se podría pensar que el problema recae en la calidad de los jugadores. Pero el pass rush de los Raiders tendría que ser, a priori, poderoso. Cuenta con uno de los mejores defensive ends de la liga. Con Mack a los mandos, cualquier jugador opuesto en la misma línea tendría que ser productivo, pero no se está consiguiendo. Más todavía si tienes a gente como Bruce Irvin, que puede jugar el esquema de Norton de memoria, ya que fue su entrenador de linebackers en Seahawks. La secundaria cuenta con nombres muy destacados como Reggie Nelson o Sean Smith—ambos grandes jugadores en sus anteriores equipos—y David Amerson, uno de los mejores jugadores defensivos de los de Oakland la temporada anterior y en este inicio de 2016. En el interior de la línea defensiva se está haciendo un trabajo muy bueno con jornaleros que sacan el trabajo con mucha solvencia.

En fin, que los Raiders cuentan con muy buenos jugadores en todas las posiciones. En todas? Vaya, hay una que no la he nombrado. El middle linebacker (MLB).

La defensa de Oakland está realizando una evidente transición a un esquema 3-4. El porqué Norton Jr. ha querido cambiar el esquema sin disponer de jugadores solventes en el interior de la unidad de linebackers es un misterio que, como no llego a comprenderlo, no puedo escribir sobre ello. Esa transición ha dejado a Malcolm Smith buscando un socio. Smith es un MLB muy correcto que tiene un buen recorrido en la liga. Lo demostró en Seahawks y también el pasado año en Raiders. Pero con una defensive line (DL) de tres jugadores Smith no puede parar solo lo que le viene tanto en carrera como en cobertura. Y ahí, justo ahí y no en otro sitio, está el “agujero negro” de esta defensa. La pieza que falta para que todo lo demás funcione. un jugador de once. Los Raiders tienen una buena defensa, pero les falta su particular “condensador de fluzo”.

Estas dos jornadas de temporada regular, el bueno de Ben Heeney ha ocupado esa posición. La verdad es que la Raider Nation estaba ilusionada con él y parecía un buen activo que, con rodaje, podría llegar a deslumbrar en esto del football americano. Pero ha sido una total y rotunda decepción. El partido de Heeney ante los Falcons es el peor partido que le he visto a un MLB en mucho tiempo. En cada snap llegaba tarde a todo, no conseguía leer lo que pasaba con rapidez y se le veía tácticamente muy perdido y físicamente superado tanto en el juego terrestre como en cobertura de pase. El ataque de Falcons planteó un plan de juego excelente que supo aprovechar a las mil maravillas ese problema endémico que Raiders sacó a relucir en la visita a New Orleans. Empezó con un juego agresivo y largo que obligó a los linebackers a salir en cobertura para luego ejecutar cortes en recepciones muy cortas en la zona underneath.

Como esquematizó Santi Ripoll (@Anakinlopeta)—uno de los miembros del podcast The Autumn Wind—en un lúcido tweet, el rendimiento de una defensa depende de una pieza, y esa es el MLB. Se que la frase es demasiado categórica y podría parecer exagerada. La verdad es que si lo es. La estrategia defensiva de este deporte es de los temas más complicados y extensos que existe. Pero es un modo de simplificar los hechos que me pareció bastante preciso para entender el desastre Raider.

El "juego de consecuencias" iba más o menos así:

PASO 1 - Si tienes un MLB de calidad, los Safeties (S) pueden hacer su trabajo en vez de ser unas máquinas placadoras que tanto alegran a los owners de equipos fantasy. Nelson registró un total de 12 tackles ante Falcons y eso no lo hace un jugador muy productivo, sino que muestra las vergüenzas del MLB. Cuando el unico agujero que tienes en la defensa es precisamente el del MLB, los Safeties dedican la mayor parte de su juego a perseguir running backs (RB) que llegan a su zona tras pasar por el medio de la defensa como Pedro por su casa. Además, deben estar atentos a las coberturas en el slot de receptores rápidos y tightends grandes. En cambio, si tienes en tu roster a Luke Kuechly, el free safety (FS) puede hacer su trabajo más importante, ayudar en cobertura a los cornerbacks (CB). El FS de Raiders no es malo ni por asomo. Reggie Nelson es un veterano de la liga con mucho instinto para las intercepciones y en la cobertura aérea. Pero ahora mismo no puede dedicarse a ella. Tiene que placar. Lo que nos lleva al siguiente punto.

PASO 2 - Si los safeties hacen su trabajo, los CB juegan mejor. No se trata de que los CB de Raiders sean malos. No lo son. Amerson está demostrando tener calidad suficiente para ser el CB#1 de más de la mitad de la liga y Sean Smith, el que debería ser el primario de Raiders, no se le ha olvidado jugar de repente. Smith jugaba en Chiefs antes de recalar en Oakland la pasada agencia libre. En Kansas City, si algo tenían muy bueno, eran los linebackers—Derrick Johnson y Josh Mauga, acompañados de Tamba Hali y Justin Houston en los outsides. Eso hacía lucir a sus defensive backs en los highlights del equipo. Ahora repasad las secundarias que lucen más en la liga, veréis como su MLB es de calidad. Con esa pieza, toda la secundária consigue hacer mucho mejor la cobertura y, lo que es más importante, lo hace durante más tiempo en cada jugada. He dicho tiempo?

PASO 3 - Con más tiempo de buena cobertura, el pass rush aparenta ser mucho mejor y su box score deja de apestar. Los Raiders solo han conseguido en dos partidos un total de 2 sacks. Y uno de los mejores pass rushers de la liga, Khalil Mack, no lleva ninguno. Pero es que la sensación va más allá de los números. Los Raiders no consiguen presionar a nadie. De repente Mack parece un defensive end del montón. Pues, evidentemente, ni por asomo. Recibe constantemente dobles coberturas y a veces hasta triples. Pero esa no es la clave del bajo rendimiento numérico de Mack. La clave es el tiempo. Ahora no dispone de segundos para llegar al quarterback ni que lo intentase corriendo en línea recta. La cobertura es tal desastre que el pase se realiza en muy poco tiempo tras el snap. Una lectura es suficiente, no hay progresión porque nadie la necesita. Si Mack dispusiera de una mejor cobertura a su espalda, se pondría un babero para ir destrozando los tackles y quarterbacks que se fuera encontrando. Algunos me diréis, “Von Miller también recibe más atención, y sigue siendo productivo”. Eso es verdad y cabe decir que la defensa de los Broncos está a otro nivel en todos los sentidos y líneas. También el MLB. Ahí no tienen ningún agujero negro y por lo tanto todo el engranaje funciona fantásticamente bien.

Jack Del Rio ya ha anunciado que proceden a dar la titularidad a Karl Joseph en lugar del cornerback reconvertido Keith McGill—esto al menos asegura un safety acostumbrado a pegar en la caja, cosa que liberará de responsabilidad placadora a Nelson—y, lo más importante, a sentar a Heeney en la week 3 para dar entrada a otro rookie como Corey James. Lo visto de este jugador es muy poco, pero hace ser optimistas a los fans del equipo aunque realmente haya pocas probabilidades que termine siendo un grandioso jugador—en ésta posición pocos lo consiguen. Si sale rana, los Raiders, ese equipo que muchos proyectábamos ganando la división y luego “Dios dirá”, lo van a pasar muy mal y van a tener que poner más de 30 puntos en cada partido para poder tener opciones de llevárselo—y ya podéis ir poniéndoles en vuestros mock drafts al mejor MLB que se presente en 2017, porque les va a llegar. En cambio, si consiguen encontrar en James a un MLB solvente, os aseguro que la productividad de la defensa va a cambiar sustancialmente, en todas sus líneas, haciendo que la secundaria cambie los placajes en el box score por pases defendidos y intercepciones.

Si eso ocurre, pueden ganar cualquier partido y, como mínimo, nos vamos a divertir mucho con la vuelta de esos Raiders legendariamente competitivos que tanto añoramos.