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Balonmano

Las chicas del balonmano se rebelan contra el uso del bikini

La Federación intenta que se cumpla la reglamentación europea. Mayoritariamente, las jugadoras quieren llevar unas prendas de juego con más tela (camiseta y pantalón).

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Las chicas del balonmano se rebelan contra el uso del bikini

La escrupulosidad del delegado federativo en el torneo de balonmano playa de Suances ha encendido a las jugadoras del circuito nacional, que han arremetido contra la Federación Española “por machista y sexista” desde La Ventana de la SER, porque a veinte de los veintiún equipos femeninos se les abrió un expediente informativo por el uniforme de sus jugadoras. Ganó el torneo el Getasur, el único no apercibido, porque todas sus componentes jugaron con braga y top, como ordena la Federación Europea; el resto apuesta por mallas, y eso es teóricamente antirreglamentario.

“Nos regimos por las normas internacionales, porque el campeón de España luego nos representa en Europa. La Federación Española está obligada a adaptarse”, comenta su presidente Paco Blázquez, a pocos días del Mundial de Brasil en el que participará la Selección femenina.

Pedro Moreno, responsable del Getasur subcampeón de Europa, comenta que sus jugadoras “van con las normas internacionales porque en el Europeo les obligaron a vestir el uniforme reglamentario de braga y top”, y señala que la Federación ha sido bastante flexible porque permite “que un par de jugadoras por equipo lleve mallas y camiseta”.

Incomodidad. Para la portera internacional, y directiva de la Federación Española, Llanos Trigueros, “el uniforme de juego es un problema, porque la braga del bikini es muy incómoda para jugar, y al final resulta hasta una prenda impúdica. Hasta el año 2009 se podía jugar sin problemas con mallas”. Sheila Cebriano, de las Trufis, sospecha que esta norma “es para que las mujeres enseñen carne”, y apunta que “no es comparable el balonmano con el voley, donde no hay contacto y en una acción es imposible que te desnuden”.

Mayoritariamente, las jugadoras quieren llevar unas prendas de juego con más tela (camiseta y pantalón), y aunque este año no habrá sanciones para ellas, la Federación apunta que la decisión de la uniformidad “viene impuesta por las federaciones internacionales a las que pertenecemos”.