Pérez Polo luchará por el bronce

Después de un día aciago para el taekwondo, con la pronta eliminación de Adriana Cerezo, plata en Tokio, y de Adrián Vicente, que cedió en el combate por el bronce, este jueves, volvió la esperanza, aunque moderada. Javier Pérez Polo (-68 kg), que parte como quinto cabeza de serie, primero, accedió a las semifinales de los Juegos Olímpicos de París. En ellas, sin embargo, cayó contra el actual número uno del mundo, el uzbeko Ulugbek Rashitov (7-3 y 3-3). Desde las 20:19, luchará por el bronce, la 17ª medalla de España. En su caso, con un palmarés extenso, la más importante de su carrera. Después de ser plata mundial en 2019 o triple medallista europeo, tiene la oportunidad de darle un subidón a una carrera que siempre ha crecido silenciosa, sin hacer mucho ruido. Un jornalero de las patadas. Un currante que tiene la gloria a un paso.

Pérez Polo ya estuvo en los Juegos de Río. Entonces, viajó para ser sparring de Jesús Tortosa con 19 años. Siendo una de las grandes apuestas del taewkondo español desde siempre, la experiencia le sirvió para curtirse, familiarizarse con las cámaras, los focos y trabajar unos nervios que, en Tokio, su primera titularidad, le pasaron una mala pasada. En Japón, tras un ciclo ilusionante, cayó a las primeras de cambio. En París, no quería cometer el mismo error.

En estos tres años, Pérez Polo, de San Fernando de Henares, 27 años, ha estado trabajando mucho “el aquí y el ahora” con sus psicólogos, Pablo del Río, al servicio de multitud de olímpicos españoles, y de María Martínez, que tiene a su cargo, entre otros, a Carolina Marín. En su primer combate, en octavos, se notó. Con mucha paciencia, derrotó (7-1 y 2-2) al tailandés Banlung Tubtimdang (12º). Hasta el último minuto, sin embargo, no sumó puntos al marcador. En un desenlace frenético, cuando tocaba, conectó dos patadas al cuerpo y una a la cabeza. En el segundo parcial, se impuso por haber dado el mayor número de golpes no puntuables. Todo según lo planeado.

“En Tokio, entré un poco sobreexcitado. Me pudieron un poco los nervios de querer hacer, hacer y hacer. En estos segundos Juegos, quería tener más control del aquí y el ahora. Poco a poco. Sin fijarme en el marcador, aunque no se mueva el 0-0. Se ha demostrado en el primer asalto y luego, en el segundo, sobre todo, que he ganado por registros”, explicaba el español a AS en una larga espera entre combates, antes de superar también al francés Souleyman Alaphilippe (2-1, 4-2 y 3-1), en un ambiente aterrador, para alcanzar las semifinales. “Quiero hacer mis rutinas y conseguir esa medalla que tanto ansío”, añadía. Pese a su derrota contra el número uno del mundo, la tiene a un puñado de golpes.