Optimismo moderado con Rudy

Las pruebas realizadas este martes a Rudy Fernández en un hospital de Lille descartaron cualquier lesión grave en la parte derecha del cuello, donde sufrió un tremendo latigazo después de un choque involuntario con la pierna derecha de Juancho Hernángomez. La evolución del ‘latigazo’ que sufrió en la zona determinará si está disponible para jugar este viernes contra Canadá (17:15 horas) en el último partido del grupo A. Teniendo en cuenta que la Selección no se entrena este miércoles, estas 24 horas de recuperación serán claves para ver si desaparece el dolor y el alero experimenta una mejora que sería clave para que estuviese disponible ante los de Jordi Fernández.

Conmocionado, Rudy tuvo que abandonar la cancha y marcharse al vestuario del Pierre Mauroy Stadium de Lille, donde se le hizo una primera exploración antes de las pruebas posteriores, que descartaron cualquier lesión de gravedad. Eso no quiere decir, sin embargo, que esté disponible para el partido del viernes, ya que ahora tendrá que probarse para ver se la movilidad de la parte derecha de su cuello es la mínima exigible para jugar un partido así.

En principio, Rudy no tendrá que enfrentarse a un protocolo médico de la exhaustividad que, por ejemplo, hay en la NBA. Eso podría complicarle la presencia en un partido que, obviamente, no es uno más para Rudy, que apura sus últimos días como jugador profesional de baloncesto y quiere ayudar en lo que sea necesario al equipo para pasar la fase de grupos y llegar a París con el sueño de alcanzar una nueva medalla en sus sextos Juegos Olímpicos (ya ganó en Pekín, Londres y Río). Como es lógico, el vestuario se ha volcado con el capitán, que dio una muestra más de compromiso en el partido y confirmó que va a partirse la cara, literalmente, hasta su último día como profesional.