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PARÍS 2024 | BOXEO | JENNIFER FERNÁNDEZ

Jenni Fernández, que se cruzó con Yu-Ting: “Recibimos golpes en la cabeza, hay que ser conscientes de esto”

La granadina se enfrentó a la taiwanesa Lin Yu-Ting en los Mundiales de 2023 y cayó ante ella en octavos de final. Hoy, Lin se enfrentará a la uzbeca Sitora Turdibekova en los Juegos Olímpicos.

La boxeadora española Jennifer Fernández, de la Selección Española de Boxeo.
PEPE ANDRESDiarioAS

La polémica envolvió el boxeo en los Juegos Olímpicos tras la victoria de la argelina Imane Khelif ante la italiana Angela Carini tras 46 segundos del inicio del combate. “Me duele muchísimo”, reveló la italiana a su esquina al sentir los primeros golpes de la argelina, y pidió que parasen el choque en los Juegos Olímpicos de París 2024. Khelif, al igual que la taiwanesa Lin Yu-Ting (que peleará hoy a las 15:30 horas con la uzbeca Sitora Turdibekova), tienen el Síndrome de Swyer. Tienen órganos genitales femeninos y cromosomas masculinos (XY). “Muchas personas están opinando y nunca se han puesto un guante. No saben lo que duele un golpe. Y siendo mujer, que un hombre te golpee muy fuerte, puede ocasionar muchos daños. No se podría mezclar, nunca jamás de los jamases, una pelea de boxeo entre una mujer y un hombre, aunque sean del mismo peso. Es inviable por cuestiones genéticas. Todo eso conllevaría muchísimos problemas”, cuenta a AS Jennifer Fernández, integrante del equipo nacional de boxeo español.

La granadina se cruzó con la taiwanesa en los Mundiales de 2023, y habla sobre la gran controversia que se ha generado la actuación de estas púgiles en París 2024. “Toda esta polémica es bastante difícil. Se han creado bastantes bulos de que si eran chicas trans... Es un tema bastante complicado de explicar y, sobre todo, que la gente entienda, por eso se está creando tanta controversia. Tienen cromosomas XY, y se criaron como mujeres porque en su fenotipo, lo que viene siendo físicamente, desarrollaron genitales femeninos. ¿Qué sucede? Que realmente sus cromosomas son XY, que es el cromosoma de un hombre”, cuenta Fernández.

El síndrome Swyer es una afección genética rara en la que una persona presenta rasgos femeninos, con órganos genitales femeninos, pero sin los ovarios desarrollados, pero tienen cromosoma XY (patrón del sexo masculino). “Físicamente, en su fenotipo son mujeres, pero realmente tienen todas las ventajas que tiene un hombre, entre comillas, que tienen en cuanto a recuperación, potencia, fuerza, testosterona... En todo lo que distingue una categoría de hombre y una de mujer”, explica Jennifer. Carini reveló tras el encuentro que nunca la habían golpeado tan fuerte, y que decidió retirarse para cuidar su salud. “El cromosoma XY pertenece al hombre, esto es así, biológicamente. Y si permiten que personas con apariencia femenina puedan competir con cromosomas XY esto va a ser un boom heavy porque basta con que ahora boxeadores opten por una apariencia más femenina para competir en nuestras categorías. Esto puede ser un desastre para el boxeo, porque hablamos de que recibimos golpes y es bastante peligroso”.

Expulsadas por la IBA

La Asociación Internacional de Boxeo (IBA) inhabilitó a Khelif y a Yu-Ting tras los Mundiales de 2023 tras unas pruebas de genética. “Si dejan pasar y abren la ventana de que personas con una apariencia femenina, pero con cromosomas XY, pueden competir en categoría femenina, muchos boxeadores pasen a la categoría femenina y se aprovechen de becas, resultados económicos, premios económicos que se están dando en competiciones... Y, obviamente, todo el daño que puede causar en el deporte femenino”, relata Fernández.

Jennifer se encontró en estos Mundiales con la taiwanesa en octavos de final. “Yo venía de una lesión larga en el hombro, llevaba como un año y medio sin competir. Es cierto que yo no tenía esas sensaciones de ring. Ya no me acordaba de lo que era cuando te golpean”, recuerda. Perdió a los puntos y notó la superioridad física de Lin. “Recuerdo que tenía las manos muy arriba porque sus manos dolían mucho. He visto de nuevo ese combate y puedo apreciar como esa persona no estaba dando el 100% conmigo. No estaba dando el 100% y me estaba haciendo bastante daño. Solamente recuerdo el: cómo pega y no sé por dónde me están viniendo los golpes. Vi el combate y dije: ‘Pobre de mí’. Porque hizo lo que quiso”, rememora la española.

La granadina sintió una gran frustración tras el encuentro, al igual que Carini. “Acabé muy frustrada tras ese combate, llorando”, cuenta. La taiwanesa perdió en semifinales y no subió a recoger la medalla, debido a las pruebas y la descalificación. “Esto fue un palo bastante gordo porque supondría un beneficio para mí en el ranking y una beca económica que no pude obtener. Y que, quizá, si ella no hubiese caído por mi rama y hubiese estado sancionada de antes o no hubiese podido participar, yo hubiese tenido la oportunidad de seguir avanzando en ese Mundial”.

Sparring con Khelif

También se cruzó en el camino de la argelina, aunque no en competición. “Somos categorías distintas, yo soy una –57 kg y ella, en aquel momento, una –63 kg. Vinieron a España en una concentración y, al ser yo el peso más alto del equipo femenino en ese momento, me pusieron a hacer técnica con ella. A los 30 segundos de hacer técnica, tuve una discusión porque le dije que era una –63 kg y yo una –57 kg y estaba abusando”, cuenta. Rafa Lozano, el seleccionador nacional, tuvo que intervenir y, finalmente, terminó haciendo sparring con José Quiles (-57 kg) porque ninguna de las chicas quería ponerse con ella. “Sinceramente, se notaba muchísimo cómo pega. Yo me he puesto a hacer técnica con chicas de –66 kg, -63 kg... Y no tiene absolutamente nada que ver la fuerza con la que, en esos 30 segundos, noté que estaba golpeando”, asegura Jennifer.

Con esta polémica, destaca la necesidad de cuidar el deporte y, sobre todo, a sus deportistas. “Esto puede ser un desastre para el boxeo, porque hablamos de que recibimos golpes y es bastante peligroso. Estos casos afectan negativamente al boxeo femenino porque, si se permite que los cromosomas XY compitan en la categoría femenina, muchos genéticamente hombres, con cromosomas XY, van a competir en categoría femenina. Solo les falta tener una apariencia femenina. Con eso, les bastaría. Eso puede hacer que, directamente se quite la categoría femenina porque muchas boxeadoras no van a pasar por el aro de estas competiciones por la peligrosidad que tienen los golpes. Recibimos golpes en la cabeza, hay que ser conscientes de esto”, sentencia la española.

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