Brown: “Lo de ‘Lorenzo de Albacete’ es pegadizo”

Lorenzo Brown se sienta con AS justo después de que Sergio Scariolo haya hecho un aparte con él en la última sesión de entrenamiento antes del Grecia-España de este martes (11:00 horas). Feliz por la presencia de su familia en Lille, relajado, con un tono de voz tenue, y con el mal partido ante Australia metido ya en el baúl de los recuerdos, atiende con amabilidad a este medio.

Empezaremos con algo personal. ¿Cómo es ser padre, Lorenzo?

La cosa más especial que he experimentado en mi vida, sin duda.

Porque toda su familia está aquí en Lille. Su mujer, su madre, su hermano, su hijo…

Eso es lo más importante. Normalmente me tienen que ver en televisión, o por internet, al otro lado del Atlántico. Que estén aquí es una gran noticia para mí.

No es habitual, pero tuvo un mal día el sábado. ¿Ha pensado mucho en eso, o ya está listo para revertir la situación contra Grecia?

Uno no tiene su mejor día siempre. Es así. No siempre vas a meter todos los tiros, o te vas a ir sin haber perdido un balón. A nadie le gusta tener un mal partido, pero hay que tomarlo como es y esperando ser mejor en el partido siguiente. Este es el baloncesto.

La gente decía en España el sábado que este no era el Lorenzo del Eurobasket de 2022, que le hizo 29 puntos a Lituania, 28 a Alemania, once asistencias contra Finlandia, catorce contra Francia… ¿Está listo para ser el mismo Lorenzo de Berlín?

Claro que sí. Como he dicho antes, esos partidos no pasan siempre. Tal vez tenga un partido de 20 puntos, tal vez no. Tal vez tenga un partido de 10 asistencias, tal vez no, pero lo más importante para mí es que ganemos el partido y que lleguemos a los cuartos de final en París.

Ha terminado el entrenamiento hablando con Scariolo. Espera Antetokounmpo. ¿Cómo se le puede detener?

Obviamente es uno de los mejores jugadores del mundo. Es un gran desafío. Es el principal enfoque del partido, pero los otros jugadores de Grecia también hacen su trabajo, sacan sus tiros, hacen los cortes correctos. Hay que hacer ajustes con Antetokounmpo, pero tienen buenos tiradores. Así que, como dice coach Scariolo, hay que cerrar la pintura lo máximo. Es un manejador increíble, sabe cómo terminar las jugadas, sabe pasar. Hay que trabajar como una unidad.

Ha sido un año difícil para usted. Tuvieron que mudarse a Belgrado para jugar la Euroliga por la situación de Israel después del atentado de Hamás y la invasión de Gaza por parte del ejército israelí. ¿Tuvo miedo?

Obviamente, cuando pasó todo, daba un poco de miedo. No ves nada, pero escuchas todo, la conmoción. Cualquier persona en esa situación se asusta, pero el Maccabi hizo un gran trabajo controlando la situación para nosotros como equipo; y nos sacó tan rápido como pudo. Una vez que salimos de la situación, todo fue bien.

La próxima temporada jugará en Panathinaikos. ¿Hubo alguna opción de jugar en España; le gustaría hacerlo algún día?

Sí, definitivamente me encantaría jugar en España. Creo que ese ha sido el objetivo hasta ahora, jugar en un equipo español. Pero las cosas sucedieron así y terminé en el Panathinaikos. Con uno de los mejores entrenadores de la Euroliga. Probablemente, el mejor si soy honesto. Creo que el fichaje por el Panathinaikos me impulsa, pero que todavía puedo ser mejor en algunos aspectos del juego; y ahí creo que Ataman me puede ayudar y hacerme mejor.

¿Qué le dice Juancho sobre Panathinaikos?

Cada vez que le pregunto a Juancho sobre Panathinaikos, siempre sonríe y me dice que voy a estar bien allí. Y él cree que vamos a ser un buen equipo. Me conoce y sabe el tipo de jugador que soy dentro y fuera del campo. Me gustó que, conociendo mi carácter, me diga que voy a estar allí bien.

¿Qué significa para usted estar en unos Juegos, era para usted un sueño de crío?

Como ya he dicho alguna vez, es lo más grande de mi carrera deportiva. Creo que para cualquier deportista, porque es una oportunidad única. Estar con los mejores deportistas del mundo, medirte a ellos… es algo único. Ahora puedo considerarme olímpico y es algo que podré contarle a mi hijo. Sé que probablemente no lo va a recordar ahora ni en un tiempo corto, pero cuando sea mayor podré enseñarle las fotos. Eso es muy especial.

¿Le gustaría conocer la Villa Olímpica de París? De momento sólo están en Lille…

Definitivamente, ese es el objetivo. Al principio estaba un poco confuso. Pensaba que en el último torneo (Preolímpico), sacábamos billete para París… Pero hay que pasar por Lille. Pero este es el viaje. Me encantaría que continuase en París en los próximos días para estar con el resto de deportistas en la Villa Olímpica. Estar con los jugadores de baloncesto es fantástico, pero hacerlo también con el resto debe aumentar la experiencia olímpica.

Pues no se puede fallar… Es ganar o casi irse a casa.

Sí, pero no lo veo así. Lo pienso como otra oportunidad de ser mejor. Y ganar, claro. Dejar de luchar aquí no está en la mente de nadie aquí. Queremos ganar y ese es el objetivo. No lo creo, pero sé que todo el mundo aquí tiene la mentalidad de ganar.

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No sé si ha tenido la oportunidad de hablar con Megan Gustafson. Estuvo impresionante ante China.

Sí, sí. Me dijo que fue un gran partido. Lo tenía muy difícil con esas chicas que medían casi siete pies… Y metió 29 puntos y creo que nueve rebotes. Es impresionante, ¿sabes? Y encima, ser capaces de ganar el partido. Espero que ganen el oro para España, sería grande…

¿Quién es mejor con el español, Megan o tú?

No he tenido la oportunidad de probarme aún con ella, pero seguro que Megan lo hace bastante bien… (risas)

En España siempre se recuerda aquella frase de Garuba gritando: “Y ahora qué, Lorenzo de Albacete, el número uno”. ¿Le gusta?

No me importa. Creo que es algo catchy (pegadizo). Se le ocurrió atrevió a hacerlo y decirlo así que, ya sabes, en ese momento estuvo bien, él fue con su flow y a mí no me importó.

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