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JUEGOS DE INVIERNO

Cara y cruz en el Big Air: Lliso, a la final por la puerta grande

El madrileño termina noveno en la ronda clasificatoria y estará en la lucha por las medallas el miércoles. Thibault Magnin, que arriesgó, se queda fuera.

Cara y cruz en el Big Air: Lliso, a la final por la puerta grande
JONATHAN ERNSTREUTERS

Triple debut. Javier Lliso y Thibault Magnin llegaban a Pekín para ser olímpicos por primera vez, para estrenar una de las nuevas pruebas de la cita, el Big Air, y para ser los primeros deportistas españoles en participar en una especialidad de freeski en una cita olímpica. Cara y cruz. El esquiador madrileño, con tres mangas perfectas en la ronda clasificatoria, estará en la final del próximo miércoles (4:00 hora española); Magnin, sin embargo, deberá centrarse en la otra disciplina en la que ambos compiten, el slopestyle, su fuerte. 

El Big Air es un salto al vacío. Una modalidad que se basta del aire para desafiar a las leyes de la física. A diferencia de los obstáculos del slopestyle o el mediotubo del halfpipe, esta disciplina del esquí (y snowboard) acrobático solo necesita de una rampa para que nazcan trucos inconcebibles. 85 metros y 30º de pendiente para dejar volar, literalmente, la imaginación. Javier Lliso desplegó las alas como uno de los mejores del mundo. Y lo hizo en tres ocasiones, en todas las mangas que componen la ronda preliminar. "Buenos días, familia", gritaba a cámara, con una enorme sonrisa, tras culminar su primer salto, consciente de su maestría. 90,25 puntos que le colocaban, provisionalmente, cuarto. "Tengo muy buenas sensaciones. He hecho todo lo que quería hacer durante los entrenamientos y no ha podido salir mejor", afirmaba a AS durante la previa. Y lo demostraba. 

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FABRIZIO BENSCHREUTERS

Su segundo y tercer salto, sin llegar al nivel del primero, también impolutos. 80,50 y 79,50 puntos, respectivamente, para alcanzar los 170,75 totales (se descarta el peor intento). Suficientes para ser noveno y estar entre los 12 elegidos para disputarse los metales. Sin Magnin, eso sí, confiado y con grandes sensaciones durante los días previos, pero desacertado en los aterrizajes. Decidió arriesgar en sus dos primeros intentos, idénticos y de gran dificultad, y no pudo culminarlos. En el primero, se apoyó con las manos en el suelo; en el segundo, directamente, perdió el equilibrio. 79,75 puntos totales para terminar 28º y seguir persiguiendo el sueño de la medalla, como él mismo ha declarado, en su disciplina favorita los próximos 14 y 15 de febrero. 

En un puño y sin grandes favoritos

Lliso, que ya hizo historia para el deporte español en 2020, firmando la mejor actuación nacional en la Copa del Mundo de slopestyle, tiene por delante la oportunidad de seguir engordando su gesta. "Si la modalidad ya hubiera sido incluida en PyeongChang, me hubiera atrevido a doblar, pero ahora no", declaraba David Wise, leyenda y doble campeón olímpico en halfpipe, antes de la cita, para el canal oficial de los Juegos Olímpicos. Preparar distintas pruebas en los Juegos nunca es sencillo y, en el Big Air, con una diferencia de 17,75 puntos entre primer y decimosegundo clasificado, ha pasado factura. El suizo Andri Ragettli, el francés Adelisse Antoine o los canadienses Harle y Therriault, nombres que opositaban a los puestos importantes, no estarán el miércoles en el Big Air Shougang, la rampa que decidirá las preseas. Todos, como Lliso y Magnin, doblando con slopestyle. Javier, airoso entre los más atrevidos. 

Los doce clasificados a la final.
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Los doce clasificados a la final.Olympics.com