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JUEGOS PARALÍMPICOS TOKIO 2020

Beatrice, víctima de los atentados de Bruselas, se estrena en Tokio

La estadounidense sufrió el atentado terrorista del aeropuerto de Bruselas el 22 de marzo de 2016. Consiguió sobrevivir a pesar de la gravedad de sus heridas. Este jueves debuta en hípica.

TokioActualizado a
Beatrice, junto a su caballo.
https://beaparathlete.org/

Nunca olvidará el 22 de marzo de 2016. Ni el estruendo. Ni ese fundido a negro. Los atentados terroristas en Bruselas cambiaron la vida de Beatrice de Lavalette (Florida, 29 de noviembre de 1998). De los dos ataques sufridos en la capital belga, ella vivió el del aeropuerto. Eran aproximadamente las 08:00 horas. "Lo siguiente que sucede a la explosión es que estoy en el suelo. Sabía exactamente lo que acababa de pasar y pensé: 'Tiene que ser una broma. No me puedo creer que esto esté sucediendo", narró en una entrevista para KTVQ. Tenía 17 años y volvía a Florida por las vacaciones de Semana Santa.

El destino hizo que uno de los terroristas suicidas que perpetraron el atentado se parase cerca suya. La bomba la dejó herida de gravedad, hasta el punto de que en un primer reconocimiento le asignaron una tarjeta roja. Este distintivo significaba que sería tratada en último lugar porque tenía menos posibilidades de salir adelante.

Sin embargo, Bea era fuerte y lo demostró. La trasladaron al Hospital Militar Reina Astrid y sobrevivió después de pasar un mes en coma inducido y cuatro en la UCI. Eso sí, la bomba le dejó múltiples heridas internas causadas por la metralla, quemaduras de segundo y tercer grado en el 35% de su cuerpo, lesiones medulares... Finalmente, los médicos se vieron obligados a tomar la decisión de amputarle ambas piernas por debajo de las rodillas.

Cuando fue consciente de que saldría adelante su primera pregunta fue cuándo volvería a montar en su caballo DeeDee. Una pasión que tenía desde muy niña ya que toda su familia lo hacía. Sus dos hermanos mayores se inventaron el 'horse-ball', una especie de baloncesto a caballo. Ella empezó a practicarlo con siete años y con doce se inició en la equitación. Siempre le han gustado los deportes. En la escuela hacía atletismo (llegó a ganar un oro en salto de altura en un Europeo) y en el instituto era la portera de su equipo de fútbol. Había crecido en Francia y, por entonces, vivía con sus padres en Bélgica, justo antes de que sus hermanos volvieran a Estados Unidos para ir a la universidad y el matrimonio se trasladase allí de nuevo a principios de 2016.

Precisamente ellos, los caballos, por los que su madre le inculcó un infinito amor, se convirtieron en su salvavidas durante aquella marejada. "Estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado", confesó en su página web. Pero seguía viva y montando volvía a sentirse libre. Su esfuerzo durante estos cinco años le ha llevado cabalgando hasta Tokio, donde representará a Estados Unidos. Este jueves por la tarde verá cumplido su sueño y debutará en hípica en unos Juegos Paralímpicos.

Además, estudia negocios en la Universidad de San Diego e imparte charlas motivacionales. Es más, intervino en la Cumbre de Mujeres Empresarias Ecuestres en West Palm Beach en enero de 2019. Al margen de lo que suceda en el país nipón, Beatrice ha escrito un final feliz en su historia y lanza un mensaje de esperanza. "Siempre hay una luz al final del túnel".