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JUEGOS OLÍMPICOS | WATERPOLO

El drama del Tatsumi

La Selección masculina de waterpolo, después de realizar un espectacular torneo, se queda sin el bronce ante Hungría. Tuvo la final a un minuto ante Serbia.

Vamos y Perrone.
Jesús Rubio.

La Selección española de waterpolo se va de Tokio sin medalla después de realizar una primera fase inmaculada, de solventar su duelo de cuartos de final ante Estados Unidos y de dominar durante media hora a Serbia en las semifinales. "Nos han sobrado cinco cuartos", resumió Alberto Munarriz. Tuvo la final a un paso, pero cayó como lo ha hecho este mediodía en Tokio ante Hungría en un partido que se resolvió en el último parcial (9-5). El drama del Tatsumi lo vivió España, que regresó a pelear por medallas 21 años después y tiene equipo para repetir en París 2024. Se va de Tokio orgulloso pero con dos espinas clavadas.

Al comienzo, ambas selecciones dejaron a un lado la decepción de las semifinales, en las que especialmente España estuvo tocando la final con los dedos. "Hicimos una conjura por este bronce", dijo Dani López Pinedo. Pero también Hungría, el país por excelencia del waterpolo (nueve veces campeona olímpica). El peso de la historia. Ambas selecciones protagonizaron un igualado duelo desde el comienzo, en el que España desaprovechó más superioridades que el equipo magiar, castigado pos los árbitros.

Munarriz, Perrone y Tahull, en superioridad, igualaron los tantos húngaros en un primer parcial jugado a mucho ritmo, aunque ambos equipos resultaron imprecisos (3-3) en excesivas acciones. Siguieron las variantes, pero Hungría se fue metiendo más en el partido. En ataque encontró a sus lanzadores, mientras España empezó a entrar en bloqueo. En este parcial De Toro y Munarriz marcaron y se mantuvo la igualada (5-5).

Fran Fernández y De Toro.
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Fran Fernández y De Toro.Jesús Rubio.

Hungría desequilibra y España se bloquea

Lastrada por las exclusiones, el conjunto de Tamas Marcz se adelantó con un cañonazo de Vamos que tocó López Pinedo, aunque era imposible evitar que entrara. Después, con 6-5, España pasó por momentos para igualar, como un remate de Tahull que, a un metro, lo estrelló en la cabeza de Nagy. El meta del Ferencvaros se agigantó. Impidió ese 6-6, así que Hungría llegó al parcial definitivo con ventaja y mejores sensaciones.

España estaba bloqueada. Fue un aspecto emocional. Nadie se atrevía a lanzar y cuando el disparo ya era la única opción, o los brazos húngaros o Nagy desbarataban las acciones. El tiempo pasaba, la Selección no marcaba y el bronce se escapaba. Vamos anotó el 7-5 y lo que llegó después fue un suplicio. Pese a quedarse sin cuatro jugadores menos por acumular tres exclusiones, no hubo milagro. España llegó a una saturación mental y perdió sus valores. Estuvo la mitad del partido sin anotar.

Hungría lo celebró en la piscina. España acabó apesadrumbrada, con Dani López Pinedo, que jugaba su último partido, con lágrimas. La Selección había perdido en las semifinales la opción del oro. Y quizás la de la medalla. Pero marca el camino para París 2024. El waterpolo volvió a una semifinal 21 años después y regresa a ser una opción clara de medalla en unos Juegos. A veces la medalla no correponde con el mérito hecho. Pero toca levantarse.