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JUEGOS OLÍMPICOS | WATERPOLO

De ‘Manix’ a Sanahuja, el lanzamisiles del waterpolo

A sus 20 años, el jugador del CN Sabadell debuta en unos Juegos y se ha convertido en pieza clave del equipo de Martín. Lleva el waterpolo en los genes.

Actualizado a
Bernat Sanahuja.
KACPER PEMPEL

Bernat Sanahuja está siendo uno de los jugadores más destacados de la Selección masculina de waterpolo en sus primeros Juegos Olímpicos. Ha marcado siete goles en los tres primeros partidos, cuatro de ellos a dos selecciones como Serbia y Montenegro, temidas. Poco le importan sus 20 años, su escasa experiencia internacional con la absoluta o la jerarquía de otros maestros, como Felipe Perrone o Alberto Munarriz. Sanahuja tiene el descaro de los elegidos y la siempre reconfortante confianza del seleccionador, David Martín.

“No me imaginaba estar aquí, pero trabajé muchos años y esta es la recompensa”, sintetiza desde Tokio. La historia de Sanahuja no se entendería sin sus antecesores. De su abuelo heredó la altura y de su padre el waterpolo. “Jugó muchos años, era de Terrassa de toda la vida, como yo”, dijo. Su padre jugaba de boya e hizo carrera en los 80: solamente llegó a jugar un torneo amistoso con la Selección. Le llamaban Manix, porque tenía una mano muy grande con la que prácticamente cubría todo el balón. “Me cuenta que aquel waterpolo no era tan físico, que él apenas nadaba. Mi padre siempre me ha exigido. De niño, aunque marcara muchos goles, siempre me recordaba el mal pase que había dado”.

Con esas aptitudes, solo le quedó desarrollarse después de que con siete años decidiera que lo suyo era el waterpolo después de haber practicado natación. Sanahuja siempre fue un jugador precoz, estrella en categorías inferiores de la selección, goleador prematura en el CN Terrassa hasta que el curso pasado se cambió al CN Sabadell. Un sacrilegio en dos ciudades que rivalizan en la comarca del Vallès.

Ahora, en Tokio, le da más recursos a un ataque español que está funcionando a las mil maravillas. “El campeonato es largo. Cada partido es una guerra diferente. La clave es ser constantes y trabajar todo el partido”, manifiesta. Unos valores innegociables para el seleccionador. España prosigue su camino hacia las medallas, y Sanahuja confirma su crecimiento. Ha llegado para quedarse. Hay relevo en el equipo nacional. Esta madrugada ante Croacia (8:30), otro test antes delos cuartos de final, donde España entra ya como primera.