Del domingo 25 de julio al sábado 7 de agosto (hombres y mujeres). Tokyo Aquatics Centre, 15.000 espectadores. Es un recinto de nueva construcción que se ubica en la zona de Tatsumi-no-Mori, junto a la bahía. Tras los Juegos mantendrá su finalidad y se dedicará a albergar competiciones nacionales e internacionales de deportes acuáticos.

Hay dos alturas: el trampolín, que está a tres metros, y la plataforma, a diez. En ambas se compite en individual y sincronizada (dos saltadores a la vez). Hay varios tipos de movimientos (pueden ser hacia detrás, hacia delante, inverso ...), giros y mortales, así como posiciones de rotación (carpado, encogido, estirado...).

Los jueces valoran la aproximación al salto, el impulso, la altura, la ejecución, la dificultad y la entrada en el agua (salpicar lo menos posible es el objetivo) y van deduciendo puntos (o no) de una nota máxima de 10. En los saltos sincronizados, se añade como elemento puntuable, obviamente, la sincronización. Sólo habrá rondas preliminares de clasificación y semifinales en las modalidades individuales

34 hombres en trampolín individual y 34 en plataforma. Mismas cifras en el caso de las mujeres. En saltos sincronizados, ocho equipos en trampolín y ocho en plataforma. Cada saltador puede tomar parte en varias pruebas, incluso de forma simultánea.

Estados Unidos es potencia en este deporte desde los Juegos de San Luis 1904. Entre Los Ángeles 84 y Barcelona 92 se produjo la irrupción de China, cuya tendencia ascendente culminó en Pekín 2008, con siete oros de ocho posibles (incluidos los cuatro femeninos). Italia, Reino Unido y Australia, países tradicionalmente exitosos en lo acuático, también apuntan a estar representados en los podios de Tokio.