Pellicer: “El equipo quiere y a lo mejor no puede”
El nuevo técnico del Málaga se ha estrenado en La Rosaleda con un partido calamitoso, que deja al equipo casi con un pie en Primera RFEF. El cambio en el banquillo está muy lejos de ser un revulsivo.
Sergio Pellicer compareció tras perder ante el Oviedo muy afligido, casi sin argumentos y asumiendo que su equipo no es capaz de dar el nivel esperado. El club se entregó al técnico de Nules pero el problema del Málaga no es de entrenador. Viene de lejos y es mucho más profundo. A ver cómo lo justifica el administrador judicial. Pellicer, mientras tanto, arranca su era abatido y prácticamente sentenciado y condenado al fracaso.
Expulsión de Burgos: “No he hablado con él. Es un día de muy poco que decir y mucho que hacer. Que vengan 17.000 aficionados con la situación en la que estamos… Hay situaciones en la que tenemos que ser un equipo ordenado fuera del campo y ser ordenado dentro del campo. Es la primera piedra que tenemos que poner. Esto no va a volver a suceder”.
¿La plantilla está preparada?: “Hay un ambiente de crispación con toda la razón para la afición. Lo entiendo. Es un día de tragar veneno y nosotros tenemos que transmitir, no lo hemos transmitido. Era un partido igualado, incluso cuando encajas el go. Tenemos que estar preparados ante estas situaciones. Hace mucho tiempo que no remontamos un partido y nuestro objetivo es ser resistentes. Sabíamos que íbamos a tener un partido así. Encajas el gol, pero no podemos perder guerreros. Hemos cambiado el sistema, hemos variado, con más corazón que cabeza. No hemos generado, pero el equipo ha intentado acabar en portería contraria. Está claro que nosotros no transmitimos que podemos hacerlo, tenemos que trabajarlo. Muy poco que decir y mucho por trabajar”.
Es difícil creer en este equipo: “Yo los veo entrenar. Es cierto que los hechos están ahí, la puntuación está ahí. Habrá que manejar otro tipo de registros. Cuando hay fuego no le podemos echar más leña, tenemos que intentar buscar las soluciones. Debemos darle las gracias a la afición porque es increíble, pero esto es resistir y nadie va a desistir. Esta situación que nos hemos encontrado, pero tenemos que manejarnos en ello. No puedes dar un mensaje de ánimo pero mañana vamos a trabajar y a pensar en ganar en Albacete. No podemos en ningún momento dejar de insistir. Y el primero soy yo”.
Gol encajado: “Viene de un saque de banda. Si a Cervera le da rabia, a mí el doble. Cuando él encaja goles no creo que a él le guste que el entrenador rival le diga eso, pero ya sabemos cómo funciona”.
Diagnóstico: “Tenemos muy poco que decir. El equipo quiere y a lo mejor no puede. Debemos detectar el problema, buscar todas las situaciones. Más de plantilla es una situación de personalidad. Necesitamos conectar desde el minuto uno porque cuando encajamos un gol no podemos estar lastimándonos y protestando. El equipo lo ha intentado. Si viera que no hay alma, lo diría. Ya han pasado dos compañeros y sabemos cómo está la silla. Muy poco que decir y mucho que hacer. Hay que darle las gracias a la afición porque es muy duro”.
Desorden fuera del campo: “A nivel emocional estamos siendo desordenados. No nos puede pasar eso. Y con la expulsión, las protestas… Le estamos dando vida a los rivales. Tenemos que controlar los estados emocionales. Pero esto es jugar bien al fútbol, tener buenos conceptos y estamos tomando la decisión equivocada. No estamos compitiendo y para eso estamos los entrenadores, para mejorar eso. Esa es mi premisa”.
Un disparo a puerta: “Es cierto. Hemos cambiado el plan de partido, hemos jugado con dos delanteros para ser más profundos, para estar cerca del área y no hemos amenazado. Nos enfrentábamos a un equipo que le gustan los partidos así, difíciles. Un equipo que mantiene la portería a cero. Los rivales juegan con nuestra ansiedad y nosotros tenemos que dar mucho más en ataque. No hemos conectado con Rubén Castro y con Fran”.
Oportunidad perdida: “Hemos perdido un momento único de cambiar el clic. Tenemos que encontrar esa victoria, no de cualquier manera, sino a raíz del trabajo semanal. Eso nos va a hacer creer, tener autoestima. Cada partido que perdemos se multiplica por 1.000 pero ahora tenemos que cambiar el chip y pensar en darle la vuelta desde el primer día de entrenamiento. Pero todo esto son palabras y la gente lo que quiere son hechos”.
¿Cómo no caer en la resignación?: “Aquí no se va a resignar nadie. No nos vamos a destruir entre nosotros. Es un momento muy complicado, llevo una semana y media pero tengo mucha fuerza. Es momento de tragar mucho veneno. Todo lo que tenga que decir a los jugadores, se lo diré a ellos. Es puro resultado, más en la situación en la que estamos. Pero eso no va a pasar y no lo voy a permitir porque el primero que se irá seré yo. Veo que la plantilla quiere. Si no podemos, tenemos que darle la herramienta para darle ese clic que está pasando durante toda la temporada. No hay que buscar excusas”.