Luces y sombras en los intercambios entre Primera y Segunda
Sólo tres jugadores de Segunda subieron a Primera en el mercado invernal. Por contra, 16 ‘bajaron’ a LaLiga SmartBank. En esta ha habido más luces que en la élite del fútbol español.
El salto de categoría nunca es fácil. Ni a un escalón superior, ni a uno inferior. 19 fueron los jugadores que cambiaron de categoría en enero, teniendo estos suerte dispar. De esa cifra, tres jugadores pusieron rumbo de Segunda a Primera: Mariño (Almería), Gragera (Espanyol) y Chris Ramos (Cádiz). 16 hicieron sus maletas a LaLiga SmartBank: Karrikaburu (Leganés), Loren (Las Palmas), Bebé (Zaragoza), Juan Pérez (Huesca), Villalibre (Alavés), Lago Junior (Málaga), Llabrés (Mirandés), Martos (Cartagena), Nieto (Huesca), Ureña (cartagena), Terrats (Villarreal B), Vallejo (Oviedo), Narváez (Leganés), Alarcón (Zaragoza) y Blanco (Alavés).
En la élite del fútbol español podemos decir que la mejor versión de Chris Ramos y Gragera está todavía por llegar. El delantero cadista ha disputado los minutos finales de los partidos ante Girona y Barcelona, pero en el duelo ante los culés dejó una muy buena imagen. El mediocentro del Espanyol, por otro lado, disputó los noventa minutos en la vital victoria ante el Elche de la pasada jornada, pero antes no había tenido excesiva continuidad. Por último, Mariño, que firmó para ser segundo portero, todavía no ha debutado con los almerienses.
Segunda División tiene luces y sombras. Mientras, Karrikaburu y Narváez no han entrado en los planes de Idiakez en el Leganés, Loren busca arrebatarle la titularidad a Cardona o Llabrés, canterano del Mallorca, no ha seguido la estela de los ‘criados’ en Primera que triunfan en Anduva, los Villalibre, Manu Vallejo, Lago Junior o Terrats pueden darse, de momento, por satisfechos con su ‘descenso’ de categoría.
Esperanzas babazorras y malagueñas
De los muchos jugadores a los que el descenso de categoría les ha venido bien, dos de ellos brillan de una manera especial: el ‘Búfalo’ Villalibre y Lago Junior. Villalibre, cedido por el Athletic en Mendizorroza, ya ha anotado tres goles con el Alavés llevándoles a dormir en ascenso directo después de varias jornadas. Pese a llegar sin ritmo, como reconoce el mismo delantero, su olfato goleador sigue intacto. El extremo costamarfileño aterrizó en un Málaga necesitado de extremos el once de enero y, aunque el equipo sigue hundido en los puestos de descenso, ya acumula tres tanto con la elástica blanquiazul. Uno de ello fue en la importante victoria ante el Zaragoza de la última jornada.