Garri renueva hasta 2027
El lateral zurdo, que pasa por ser una de las joyas de la cantera del Real Valladolid, amplía su contrato y será del primer equipo a todos los efectos.
El próximo 11 de octubre se cumplirán ocho años desde que Iván Garriel, Garri, vistiera por primera vez en partido oficial la camiseta del Real Valladolid. Lo hizo en el Alevín B, en una goleada ante la Gimnástica Medinense en la que tardó apenas 100 segundos en marcar gol; él, que tan acostumbrado venía de hacerlo el año anterior en el CD Íscar en el que, junto a Koke, a las órdenes de Juan Carlos, su padre, se convirtió en campeón de Castilla y León de categoría benjamín. Ni siquiera ocho años han pasado (cabe recordar que es todavía juvenil) y, sin embargo, se ha ganado de pleno derecho su renovación hasta 2027 y su sitio en el primer equipo, un estatus confirmado por el club a la vez que la ampliación de su contrato.
El blanquivioleta que tanto Garri como su familia rezuman por los poros ha servido, en un verano difícil, en el que no siempre estuvo claro que seguiría en el club, para que rechazara cualquier canto de sirena y tomara las riendas de su futuro, con sus 18 años recién cumplidos, y apostara por la entidad, que, a su vez, tampoco ha tenido dudas: es presente y es futuro, y como tal, no se podía ir a ningún lado; no podía ser vendido a ninguno de esos equipos que se dirigieron a las oficinas buscando teñirle la camiseta de otro color. Así, aunque Copenhague y Atlético de Madrid mostraron un especial interés, como ya informó AS, no había lugar, algo que dejaron claro tanto Fran Sánchez primero como Domingo Catoira después e incluso Matt Fenaert, director general del Real Valladolid, que participó también de las conversaciones.
El gran talento de la cantera, que ha vuelto a ser convocado por la selección española, con la que es titular habitual de su generación desde la sub’17 (ahora irá con la sub’19), viene de completar la pretemporada a las órdenes de Paulo Pezzolano, quien nunca en público ha solicitado la llegada de un lateral, a pesar de que todavía no le haya brindado la oportunidad en partido oficial. El mismo Catoira, en sus primeras horas en las oficinas, se interesó por la situación de un activo que viene quemando etapas a una velocidad vertiginosa, la misma con la que juega, y que siempre hasta llegar aquí ha sido capaz de superar retos, destacando, por ejemplo, en División de Honor siendo juvenil de primer año y ofreciendo en el segundo, el pasado, un rendimiento muy alto en el Promesas de Segunda RFEF hasta su lesión.
No en vano, solo unos problemas físicos detuvieron una irrupción rutilante, en un contexto en el que pudo crecer, aunque solo disputar 14 partidos con el filial, quedándose a un minuto del millar. Jugó, también, algún que otro encuentro con el División de Honor, aunque pronto manifestó con su fútbol que no era su sitio, que estaba para más. Así lo hizo, en buena medida, gracias a sus capacidades ofensivas, de gran valor y que siempre han sumado en todos sus equipos, al mismo tiempo que ha ido mejorando en conceptos defensivos. Esa evolución, que llamó en su día mucho la atención de Pacheta, que le hizo entrenarse a sus órdenes en enero de 2022 y era un enamorado de su juego, debe seguir ahora en un primer plantel obligado a obtener resultados para aspirar a todo, y en el que debe seguir dando pasos hacia adelante. Básicamente, como siempre los ha dado.