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Real Oviedo

El Oviedo sigue atascado

Con solo tres goles a favor en su cuenta, los de Bolo mostraron en Lugo los mismos defectos que en el resto de temporada: poca fluidez en el juego y escasas llegadas

Actualizado a
20/09/22 ENTRENAMIENTO REAL OVIEDO
MONTORO
ELOY ALONSODiarioAS

Bolo reconoció en la sala de prensa del Anxo Carro que al equipo le sigue costando. No es el técnico de esos que le cuesta reconocer los errores. Promete trabajo el vasco en busca de solucionar los problemas de juego que afectan a los azules esta temporada. Porque, transcurridas siete semanas de Liga, el Oviedo no termina de arrancar.

El empate ante el Lugo permite a los azules volver a sumar, pero ni les dispara en la tabla hacia zonas nobles, donde se supone que deben estar esta campaña, ni acaba con el debate que se ha suscitado en torno al juego del equipo. En Lugo, tras una puesta en escena convincente, a los 15 segundos, Bastón ya había probado a Whalley y en los 10 minutos iniciales el equipo se mostró ambicioso, robando en el campo de Lugo y frecuentando el área rival. Pero después se igualaron las fuerzas y el equipo volvió a mostrar los problemas ya conocidos esta campaña.

Su escasa presencia ofensiva es el más evidente. Tras 7 jornadas disputadas, el Oviedo tan solo ha anotado 3 goles. Dos de ellos, además, han sido de penalti, obras ambos de Borja Bastón. El saldo es preocupante; un solo tanto de jugada, el logrado por Sergi Enrich ante el Levante.

Bolo, que ha reconocido abiertamente los problemas de su equipo para generar ocasiones, también subraya las dificultades de sus hombres en la creación de la jugada. El equipo tiene un defecto evidente a la hora de cocinar la jugada,

De ahí que ante el Lugo, el técnico probara una vuelta de tuerca, con Luismi como novedad, haciendo de enlace entre los centrales y la medular y con Koba Koindredi y Montoro con mayor libertad para buscar posiciones más ofensivas. Pero a ninguno de los centrocampistas se les vio cómodos en el terreno de juego. El Lugo fue creciendo en el partido e incluso en la segunda parte fue mejor que los azules. “Tuvimos muchos nervios a lo largo del partido, especialmente en la segunda parte e imprecisiones en pases fáciles que no son normales. Son nervios, ganas de hacer las cosas bien”, justificó Bolo al término del partido el papel de los suyos, especialmente decepcionante en la segunda mitad.

Ahora, el entrenador se enfrenta a otra semana de trabajo con la necesidad de hacer que los suyos reaccionen. Aún es pronto para hablar de finales, pero el choque ante el Cartagena del domingo en el Tartiere se presenta como una oportunidad única de que el Oviedo salga del atolladero en el que se ha metido en las últimas semanas. Necesitan los azules un triunfo que les haga ganar posiciones en la tabla, pero además buscarán una mejora evidente en su propuesta futbolística.

Lesión de Koba

El punto sumado permite al equipo avanzar un punto, pero el juego exhibido no deja hablar de recuperación de los azules. A las malas sensaciones se suma otra lesión, esta vez de Koba. El francés se retiró en la segunda parte por problemas físicos y las pruebas esta semana decidirán el tiempo de recuperación que necesita para volver al grupo. Si no queda en un susto se unirá a Borja Sánchez en el parte de bajas, que ha tenido integrantes desde el comienzo de la competición, suponiendo un problema añadido para los planes de Bolo.