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MALAGA

El Málaga sigue necesitando un milagro

La victoria de todos sus rivales a excepción de la Ponferradina mantiene la salvación a ocho puntos y sólo restan siete jornadas. La reacción blanquiazul, de confirmarse, llega tarde.

Actualizado a
Los jugadores del Málaga hacen piña.
PACO RODRIGUEZDIARIO AS

Las calculadoras echaban humo el viernes por la noche en el seno del Málaga. El equipo de Pellicer ganó y bien al Villarreal B. Una primera parte excelente le catapultó a un triunfo que alimentó de nuevo las esperanzas de permanencia. Los blanquiazules aguardaban con fe los tropiezos de los equipos más cercanos a la zona de descenso (Racing de Santander, Oviedo, Leganés, Sporting y Zaragoza) y la jornada no pudo resultar peor para sus intereses. Todos sus contrincantes directos ganaron sus partidos y sumaron tres puntos.

El Racing goleó (4-1) al Albacete, hasta este fin de semana equipo de playoff. El Oviedo ganó en Las Palmas (0-1), el Leganés rompió su horrible racha y sumó tres puntos (0-1) en el campo de la Ponferradina, que también queda muy tocada tras esta jornada. Y Sporting de Gijón y Zaragoza se impusieron a Ibiza (1-3) y Granada (1-0) respectivamente.

La desventaja con la salvación, por tanto, se mantiene con una jornada menos por delante. La permanencia blanquiazul requiere una gesta histórica. Las cuentas en Martiricos apuntaban a la necesidad de alcanzar los 48 puntos para lograr el objetivo. Sin embargo, si los rivales siguen sumando, la cifra necesaria de puntos aumentará.

Cartagena, Huesca, Mirandés e Ibiza deben visitar aún La Rosaleda. Fuera de casa, el Málaga aún debe rendir visita a Lugo, Ponferradina y Alavés. Las cábalas empiezan a apuntar la necesidad de ganar seis de los siete partidos que quedan y alcanzar los 51 puntos. Echando la vista atrás, el Málaga sólo ha sido capaz de ganar siete partidos de 35. Ahora necesita, como mínimo, seis victorias en siete partidos.

Sólo un milagro puede salvar al equipo blanquiazul. La reacción malaguista, de confirmarse en los siguientes partidos, llega demasiado tarde. Únicamente una gesta histórica puede evitar su caída a Primera RFEF.