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MERCADO

El Leganés sufre amortizaciones que lastran su límite salarial

La normativa de LaLiga incluye en el cálculo del límite la amortización de fichajes aún incluso en el caso de haber salido. Omeruo, Perea o Javi Hernández podrían suponer 1,7 millones.

Actualizado a
03/12/22 PARTIDO SEGUNDA DIVISION
VILLARREAL FILIAL - LEGANES
OMERUO
OMAR ARNAUDiarioAS

Las amortizaciones de fichajes elevados hechos en campañas anteriores se han convertido en uno de los grandes obstáculos que el Leganés está teniendo que afrontar a la hora de gestionar un límite salarial ya de por sí limitado para la actual temporada. Entre los muchos aspectos que la normativa de LaLiga refleja, uno de los que computa para el cálculo de este límite es la amortización de otras incorporaciones que, aun incluso habiendo salido de la actual plantilla, siguen teniéndose en cuenta como un gasto más.

En el caso de los pepineros, este último caso ejemplo se aplica a Kenneth Omeruo, central nigeriano firmado por cinco temporadas en 2019 por una inversión cercana a los cinco millones de euros. Esto es, en términos de amortización, a aproximadamente un millón de euros por campaña. Aunque Omeruo ya no está en el Leganés (se marchó al Kasimpasa previo pago de una pequeña cantidad de traspaso) y su ficha (también elevada) ya no cuenta en el cálculo del límite salarial, sí sigue lastrando el límite salarial blanquiazul debido a su elevada amortización. Ésta será la última temporada en la que se tenga en cuenta, toda vez que aquel contrato firmado en 2019 finalizaba el 30 de junio de 2024.

El reglamento y las amortizaciones de jugadores salientes

“En caso de resolución contractual o traspaso de un Jugador o Técnico que genere una pérdida contable en T, como norma general se seguirá considerando como Coste de Plantilla Deportiva de la Temporada T el importe de la dotación a la amortización del Jugador o Técnico inicialmente prevista para dicha Temporada T, antes de la rescisión o traspaso referido”, cuenta la normativa de LaLiga a este respecto.


Todo con dos reglas: “Dicho importe a considerar como Coste de Plantilla Deportiva de T en concepto de dotación a la amortización inicialmente prevista para T, tendrá como máximo el importe de la pérdida contable que se debiera registrar en T por dicha rescisión o traspaso” y “si la pérdida fuera superior a la referida dotación a la amortización inicialmente prevista para T, el exceso irá a formar parte del sumando negativo que recoge la partida de Beneficios por Traspaso de Jugadores de T”

Otro caso similar es el de Javi Hernández, ahora cedido al Cádiz y que, en términos de amortización, sigue contabilizando, más si cabe porque el futbolista, aunque con contrato hasta 2025, es propiedad aún de los pepineros, que abonaron 500.000 euros por el 50% de su propiedad en 2020. Esto es, se aplica una carga sobre el límite salarial aproximadamente de 100.000 euros por temporada, además del salario que abone (de abonar alguna cuantía) por tratarse de un préstamo y no de un traspaso.

Los salarios de los cedidos cuentan

Según la reglamentación de LaLiga, entre “los conceptos y partidas que integran el Coste de Plantilla Deportiva Inscribible” se encuentra también el sueldo de los cedidos a otros clubes: “El coste asumido por el Club/SAD de las retribuciones o por cualquier otro concepto de un Jugador cuyos Derechos Federativos se hayan cedido de forma temporal a otro Club/SAD”

La amortización de fichajes elevados

También se tiene en cuenta, como no podía ser de otra forma, la amortización de aquellos jugadores que continúan en plantilla. En términos de pago de traspasos, el de Luis Perea es el caso más llamativo del actual plantel. El Leganés abonó en 2020 tres millones de euros a Osasuna por su propiedad. El jugador de Alcalá de Henares firmó por el Lega un contrato de cinco años, lo que deja su amortización en una cuantía cercana a los 600.000 euros por temporada, amén de su salario, actualmente uno de los más elevados de la plantilla.

De esta forma un cálculo rápido de estos tres nombres, Omeruo, Perea y Javi Hernández, generan al Leganés un coste de amortización que ronda los 1,7 millones de euros y, por lo tanto, un importante obstáculo para un límite salarial que, al inicio del mercado de fichajes, rondaba los nueve millones de euros. Esto es, casi un 18% de ese primer límite salarial para los pepineros.