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LEGANÉS

El blindaje del Leganés es su clave

Desde que el Leganés comenzó su remontada (jornada 9), los de Idiakez han dejado su meta a cero en el 40% de los encuentros. El curso del ascenso la imbatibilidad (20 partidos) fue vital.

Actualizado a
03/01/23 ENTRENAMIENTO PUERTAS ABIERTAS
LEGANES 

RIESGO
INMA FLORESDiarioAS

Suma el Leganés números históricos. Épicos. Los blanquiazules acumulan 29 de los últimos 42 puntos en juego. Desde la jornada 9, cuando visitaron al Cartagena (sólo 4 puntos de 24 disputados), no hay equipo tan prolijo como el de Idiakez, invicto en las últimas 11 jornadas con 23 puntos de 33 posibles. En 6 de 15 encuentros Butarque los blanquiazules no caen desde el 2 de octubre. Ensalada de números embriagadora con una certeza detrás de tanto guarismo aplastante: en la solidez defensiva se esconde buena parte del secreto pepinero.

Porque desde que los blanquiazules se eyectaron con aquel triunfo en el Cartagonova (1-2), la defensa pepinera ha dejado la meta a cero en seis de 15 partidos. Esto es: el 40% de los duelos en esta fantástica racha blanquiazul han terminado con los madrileños sin encajar ni un solo tanto. El dato es fantástico porque en los ocho duelos anteriores sólo en uno de ellos se quedó virgen la meta entonces defendida por Dani Jiménez. Fue ante el Burgos, con Las Palmas, el rey de las porterías a cero en la actual campaña. Ambos equipos acumulan 13 jornadas sin encajar.

El hito del curso del ascenso

Pero volviendo al Leganés, tienen los de Idiakez 20 jornadas por delante (las que quedan de campeonato) para igualar los números de cursos anteriores. Los del curso pasado son más que alcanzables. El Leganés primero de Garitano y luego de Nafti acabó la temporada con sólo 12 encuentros sin encajar goles. Apenas un 28% del campeonato. Ahora el Lega suma un 36% sin recibir. Un año antes, la primera campaña tras el descenso, fueron 18 los partidos en los que no encajó. Base sólida (el 42% de los partidos) que permitió al Lega acabar tercero.

¿Y la temporada del ascenso a Primera? Aquella temporada el Leganés de Asier Garitano rozó una vuelta completa sin encajar, esto es, 20 partidos de 42 jornadas sin ver como Serantes sacaba la bola de su meta. Sólo Alavés y Osasuna (21 duelos) mejoraron aquellos guarismos. Los vitorianos y el Lega ascendieron a la élite. En términos del actual Leganés, los de Idiakez tendría que cerrar más de la mitad de la primera vuelta sin encajar para igualar aquellos números. Conseguirlos sería dar paso de gigante, mínimo, para jugar el playoff de ascenso.

Nyom, una de las claves del entramado defensivo del Leganés.
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Nyom, una de las claves del entramado defensivo del Leganés. Quality Sport ImagesGetty

Radiografía de un blindaje

Tiene el acero del Leganés varios padres. Aleación que comenzó con la asunción de un sistema, el de tres centrales, sobre el que Idiakez está edificando su iglesia de la fe en el ascenso. Un modelo maleable (en ataque es más defensa de cuatro, con Nyom convertido en lateral) que también es impermeable. La presencia de tres pivotes con alto gusto por el esférico permite que los blanquiazules cierren bien los pasillos interiores al tiempo que les permite tener la posesión en altas dosis cuando sea necesario.

Además, el Leganés ha mutado a equipo de velocidad que sabe salir a la contra cuando es necesario buscando la contra sencilla, herramienta que le permite jugar con más comodidad replegado. Dicho de otra forma, si en el inicio del campeonato el Leganés necesitaba amasar la pelota en campo contrario en grandes cantidades para generar peligro, lo que creaba peligro a su espalda con alta vulnerabilidad, ahora no le importa sufrir acampado en los alrededores de la portería de Asier Riesgo.

El portero de Deba es, por cierto, otro factor de cambio. La lesión de Dani Jiménez le abrió las puertas de la titularidad y él está respondiendo con buenas actuaciones, aunque sean puntuales, como le sucedió el pasado viernes ante el Lugo. Su veteranía (39 años) aporta calma a los minutos finales, periodo en el que el Lega ha sufrido algún que otro asedio sin resultado para los rivales.