Eder Sarabia aguanta

Se avecinan tiempos tan difíciles como desconocidos en el Andorra. La derrota ante el Leganés (2-3) llevó al bloque tricolor hasta los puestos de descenso y es la primera vez que le sucede desde su llegada al fútbol profesional. El miedo a perder la categoría es real, pero desde el club se transmite que la confianza para alcanzar el objetivo es total. Toca pulir mecanismos y seguir trabajando. No se harán “locuras” en este mercado de invierno para firmar jugadores y, mucho menos, se está mirando de cambiar de entrenador. Verse en puestos de descenso a Primera RFEF podría hacer mella en la figura de cualquier técnico, pero no en la de Eder Sarabia. El proyecto gira en torno a él y, salvo que se viva una racha sin freno de derrotas, el mensaje es claro: “Si hay que morir, se hará con Eder Sarabia al mando”.

En Eder Sarabia se confío cuando se estaba en Segunda B (ahora Primera RFEF) la temporada 2020-21 y se mantiene el apoyo. Trabajo, confianza y cero dudas, es lo que se transmite. Es más, el cambio de técnico ni se ha planteado entre la directiva ni la dirección deportiva. No es momento de caer en dramatismos dado que todavía quedan 20 partidos por delante y esta va a ser la primera jornada que va a pasar el bloque en descenso. Además, lo hace con los mismos puntos (23) que el Huesca, que es el primer equipo en puestos de salvación.

Lo que sí es que el Andorra es el único equipo de los cinco últimos clasificados de Segunda que no ha cambiado todavía de entrenador. Amorebieta, Cartagena, Alcorcón y Huesca sí han agitado sus banquillos. Pero el tricolor es distinto. Eder Sarabia tiene la confianza, y el respeto, de máximos accionistas, directiva, jugadores y afición. Este viernes, el Andorra tendrá la oportunidad de salir del descenso y es que abrirá la jornada 23 con su visita al Real Zaragoza. Jandro Orellana quiso cerrar filas y explicó que “hemos de hacer autocrítica, trabajar mejor y mirar hacia delante. El equipo trabaja bien durante la semana, aunque hay detalles a pulir si queremos sumar de tres en tres. Hay que confiar en el equipo. Si, en el día a día, el trabajo fuese malo o no viese a la gente concentrada y metido lo diría. El equipo trabaja bien y hay que confiar. No miramos la clasificación, es momento de centrarnos en el trabajo diario y que cada uno dé un paso adelante. Así se lograrán los resutlados y la mejora del equipo”.

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