Luis Argüello: “El Papa no se decanta por ningún equipo español, pero viste de blanco...”

Luis Argüello (Meseses de Campos, 10 de mayo de 1953) es un abogado y eclesiástico católico español, arzobispo de Valladolid desde 2022 y presidente de la Conferencia Episcopal Española desde marzo de 2024. Pese a sus muchas atribuciones y deberes, quienes le conocen afirman que le encanta hablar de fútbol, entiende y procura no perderse partidos del Real Valladolid, Real Madrid y la selección española. Atiende en el Arzobispado de Valladolid, en exclusiva, a AS tras regresar de un viaje a Serbia y responde con naturalidad y espontaneidad, propia de una charla relajada.

¿Está usted viendo la Eurocopa? ¿Qué es lo que más le está gustando hasta ahora?

He visto lo que he podido y de esta primera fase lo que más me ha gustado son estos primeros partidos España, desde luego, no por ser forofo, sino porque creo que ha sido el juego más vibrante y divertido. Y, después hay una serie de equipos, como la misma Georgia, con la que nos toca jugar ahora, que lo han hecho muy bien. Siempre en estos campeonatos hay equipos clásicos que aparecen un poco dormidos como puede ser el caso de Francia, Alemania, Italia, Inglaterra, pero que luego...

El fútbol ha cambiado mucho en los últimos años, ¿qué impresión tiene usted?

Sí, estoy de acuerdo. Hasta el punto de que uno se pregunta porqué sigue siendo forofo. El fútbol forma parte del tinglado económico-mediático a la hora de hablar de grandes inversiones, del fútbol como espectáculo, como atractivo para las plataformas de televisión y demás... La identificación con un equipo, con un sitio, con unas raíces queda removido. Sin embargo, la pasión futbolera siempre es mayor. Racionalmente uno puede pensar... ¿cómo sigues en esto? Pero luego empieza la temporada, suena la música, empieza el partido y estamos con nuestro equipo...

¿Puede España hacer un buen papel en la Eurocopa?

Yo creo que sí, lo que pasa es que entramos en una fase en la que todos los partidos son finales. Cada uno de los partidos son definitivos, o ganas o te vas a casa. Siempre tienes el riesgo de tener un mal día, pero creo que las expectativas de España son buenas, aunque hay que reconocer que el cuadro que nos ha tocado es difícil.

Esta selección que, a priori, no tiene nombres de relumbrón, ¿le gusta?

Yo creo que esta selección, igual que la que ganó la Eurocopa de 2008 con Luis Aragonés tiene jugadores importantes, pero como suele ocurrir en los equipos cuando predomina el juego del equipo sobre las figuras la cosa va bien. No es menos cierto que tener un jugador con capacidad resolutiva, un porterazo, como el de Georgia (Mamardashvili) el otro día, siempre es importante, pero a la hora de ganar un título es muy importante que haya equipo y que las figuras se sitúen en el equipo.

¿España será capaz de ganarle a Georgia el domingo?

Yo creo que sí, tenemos que seguir como hemos empezado, en la medida de lo posible, con un estilo vibrante, creo que España tiene la suerte de tener dos extremos extraordinarios, con lo que si estamos bien asentados atrás y tenemos capacidad para lanzar a Lamine Yamal y Nico Williams podemos hacer un gran papel.

¿Cuál es su jugador favorito de esta selección?

Me gustan mucho Fabián y Nico.

Usted ha sido crítico con algunas situaciones que ocurren en la sociedad por la falta de valores, ¿eso incluye al fútbol?

No cabe dudas de que el fútbol hoy es un fenómeno de masas. Yo he seguido la Eurocopa desde Belgrado dos días y ves hasta que punto hay un seguimiento del fútbol y de la pasión que despierta. Es normal que los propios fenómenos sociales vayan y vengan del fútbol a la sociedad y de la sociedad al fútbol. Si me preocupa que haya otros efectos de la vida social que incidan en la convivencia pública, que estén regidas por comportamientos propios de forofos. Yo creo que la pasión futbolera es para el fútbol, pero en otros ámbitos de la vida hay que situarse, actuar, de otra forma y, en todo caso, a los que nos gusta el fútbol sabemos que no disfrutaríamos sino existiera una liga, sino hubiera unas reglas comunes, sino existieran rivales.

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A mí a veces me preguntan cuál es mi opinión sobre la gente de Barça, dado que yo soy muy madridista... Y mi respuesta es que el Barça es imprescindible. ¿Cómo podríamos vivir una competición sino hubiera un equipo contrario? El fútbol es un deporte de uno contra uno, de once contra once, de un club contra otro siempre siguiendo unas reglas... luego hay peleas en la interpretación de la reglas, con los árbitros, con el VAR, pero se aceptan las reglas del juego. Las peleas tienen que ver con cómo cada cual ve que se cumplen esas reglas comúnmente aceptadas y esa me parece una buena lección para la vida social.

Ya que me habla del VAR... ¿le gusta o no?

No, no me gusta. La tecnología en el fútbol no me acaba de convencer. A lo sumo creo que puede aportar algo en la línea de gol y poco más. Uno de los encantos del fútbol es que es una actividad humana y, por tanto, está sujeta a la genialidad, pero también a los fallos, de los jugadores y de los árbitros. Ese espectáculo de ver cómo futbolistas y aficionados se abrazan y a los tres minutos hay que enfriar el gol que ha salido del corazón y hay que deshacer los abrazos... no me gusta...

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¿El clero es futbolero?

Hay que recordar que es una práctica habitual en la vida de los seminarios y de otros ámbitos formativos la práctica del deporte, en general, y del fútbol en particular. En Valladolid hay un colegio inglés y un colegio escocés. El colegio inglés que hay en Valladolid tiene mucho que ver con la expansión del fútbol. No sólo aquí, sino en España. Yo siempre escuché a los curas mayores hablar de la espléndida rivalidad entre los seminarios ingleses y escoceses...

Siempre se dice que el fútbol entró en España por las minas de Río Tinto en Huelva, aunque hay otras voces que hablan de la posibilidad de que entrará por ese colegio inglés...

A Valladolid llegó hace más de cuatro siglos el colegio inglés de San Albano. Es verdad que la corona de España, para quizás unir las dos tradiciones, dotó al colegio de los ingleses de determinadas propiedades, algunas en el sur. Es posible que en tiempo de vacaciones los miembros del colegio de San Albano fueran al sur y pudieran empezar a jugar al fútbol. Son especulaciones mías. No cabe duda que la llegada del colegio de San Albano a Valladolid tiene mucho que ver con la introducción de fútbol, al menos, en esta zona norte de España...

Hablemos de su vida y el deporte... Nació en Meneses de Campos, provincia de Palencia, ¿jugaba mucho al fútbol?

Sí jugaba mucho, lo intentaba, pero yo notaba que me cansaba pronto jugando al fútbol o montando en bicicleta. Cuando vine a Valladolid, como interno al colegio Nuestra Señora de Lourdes, había un servicio médico y en un examen médico descubrieron que tenía una dolencia congénita del corazón, lo que explicaba lo de los cansancios. Eso hizo que mi actividad deportiva quedara limitada. Entonces me pasé a los despachos. Fui delegado en el colegio del equipo de balonmano y de fútbol. Después fui el delegado en la universidad del equipo de Derecho. Quería estar cerca del fútbol, cerca del campo.

¿Usted fue socio del Real Valladolid?

Sí, lo fui, sobre todo, en el Viejo Zorrilla. Debo a mi tío José ir a ver al Real Valladolid, el aficionarme al fútbol y que me hiciera socio. Después, al pasarse al nuevo estadio, en el 82, coincidió que entré en el seminario y se produjo un corte en mi condición de socio. Sí que he seguido yendo al fútbol, pero menos que cuando era socio.

¿Cómo ve al Real Valladolid ahora?

Hemos vivido una segunda división que es complicada. Los aficionados y los medios, muchas veces, vemos los partidos de Segunda con cristales de Primera, de ver fútbol en televisión, donde se ve de todo, Champions, Primera, Eurocopa, y el fútbol de Segunda es complicado, con el tipo de competición que es, con los equipos que están, una competición más dura, menos vistosa, con lo cual, salir adelante, como afortunadamente lo ha hecho el Real Valladolid este año, nunca es fácil. Es verdad que ha habido mucha polémica respecto del entrenador, de la forma de jugar, del poner a los jugadores en el campo.

¿Usted ve los partidos habitualmente? ¿Qué le parece el equipo?

Cuando puedo sí, para ser realistas muchos de los encuentros han sido de esa clase de partidos que sino fuera por la pasión forofa de que quiero que el Pucela gane son partidos bastante aburridos. Es una situación general de la Segunda. Por otra parte, yo siempre digo que lo importante es cómo llegues a las diez últimas jornadas. Ya lo dijo Luis Aragonés, que era el sabio. El Real Valladolid llegó bien a esta recta final, bien ajustado. Es verdad que los fichajes de la ventana de invierno fueron positivos para afianzar la defensa, como para reforzar el ataque...

¿Cuál es su jugador favorito?

Me han resultado vistosos Tárrega, que ahora vuelve al Valencia, Escudero, Javi Sánchez, y arriba me gustan mucho Amath y Sylla.

Tengo un amigo que cuando el Real Valladolid lo pasa mal en los últimos minutos se pone a rezar... ¿usted también?

Cuando era niño, bastantes veces, sí. Después, por mi ministerio, como me relaciono con personas de diferentes equipos, me cuesta pedirle a Dios que se decante por un equipo u otro. Dejemos al Señor en paz, pero es verdad que yo lo sigo pasando mal con los resultados tan ajustados, cuando hay dificultades, cuando se va ganando por la mínima y no se acaba el tiempo. Sigo pasándolo mal, pero, así como de pequeño sí que recurría a la oración, ahora prefiero dejar a Dios tranquilo y que tenga que ser lo que tenga que ser porque entiendo que los otros equipos tendrán creyentes también que invocan al Señor. No es cuestión de hacerle a Dios que muestre sus preferencias que han de decidirse en otros sitios.

... Pero, ¿de qué equipo es Dios?

Dios tiene una capacidad singular y es que es de todos y cada uno. Es el único capaz de amar con un amor de preferencia. Él nos prefiere a todos (risas).

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Bien jugado... Ronaldo Nazário como jugador fue extraordinario, ¿cómo lo ve como presidente?

Yo le veo un poco cansado con esta responsabilidad última como presidente, pero no tengo detalles como para tener una opinión completa. Me da la sensación de que él, o su equipo, no han terminado de entrar en la ciudad, en la sociedad vallisoletana. Eso tiene que ver con lo que comentaba antes. Esto de las sociedades anónimas deportivas, las inversiones de capital de unos y otros. Eso que determinados comunicadores, muy potentes, reivindicaron con tanta fuerza para que los clubes fueran sociedades anónimas y no de los socios hizo que se produjera un cambio que hace que el fútbol sea como es hoy, pero no estoy convencido de que sea del todo positivo para una vinculación entre una sociedad y sus respectivos equipos de fútbol.

¿De dónde le viene su pasión por el Real Madrid?

Las cosas ocurren de la forma más sencilla. Yo asistí, justo cuando llegaba la televisión a mi pueblo, a la final de la Copa de Europa cuando se empezaban a ensayar las primeras emisiones por Eurovisión. Siendo yo un crío me acuerdo de dos retransmisiones: la boda de Balduino y Fabiola (Reyes de Bélgica posteriormente) en 1960 y la final de la quinta copa de Europa que ganó el Real Madrid. Además, vivir en un entorno castellano en el que, amén de ser del equipo de nuestra tierra, la gente de Palencia, de Valladolid éramos del Madrid, del Athletic y del Barcelona. Aquella final hizo que me decantara por el Real Madrid.

Aquella fue una primera época dorada para el Real Madrid y ahora vive otra...

Sí, estamos viviendo otra época dorada de títulos del Real Madrid. Se produce en un momento con muchas figuras extranjeras, pero con un entrenador sereno que tiene la capacidad de hacer un equipo y eso es lo más importante.

He leído que el presidente de la Federación española de fútbol entre 1920 y 1921 se llamaba también Luis Argüello, ¿tiene algo que ver?

No, nada. Nuestro apellido viene de una montaña leonesa, de la montaña de Argüello, que hacia Asturias derivó en Argüelles y en Castilla se quedó igual.

Pues fue la persona que consiguió que hubiera selección olímpica de fútbol española en los Juegos Olímpicos de Amberes, en 1920...

Es estupendo, me entero ahora.

¿Qué papel debería jugar el fútbol en la sociedad?

Yo creo que a dos niveles. Uno, estrictamente deportivo, porque están los grandes equipos y luego los de base, ¿no? Juega el papel importante que tiene todo deporte a la hora de la formación. A la vez, tiene el riesgo de que muchos padres, muchos chavales, se plantean su actividad en los equipos de base mirando a la élite pensando que pueden ser figuras o resolver las cuestiones económicas de alguna familia. Además, lo que supone el fútbol de mezclar diferentes estratos ideológicos, sociales y cómo se sienten unidos por unos colores, por un proyecto, me parece también valioso porque vivimos en una sociedad que rechaza los vínculos básicos, familiares. Ante una sociedad con tanta falta de vínculos el hecho de que aparezca un vínculo secundario como es el de las aficiones deportivas me parece importante.

Su Santidad el Papa Francisco también es muy futbolero y usted tiene una buena relación con él... ¿Les da tiempo a hablar de fútbol?

El Papa Francisco es muy simpático, le encanta hablar de fútbol en los momentos distendidos. Él, como buen argentino, es muy canchero, él es de San Lorenzo. Tiene una buena relación con España ya que estuvo viviendo varios años aquí, aunque no se decanta por ningún equipo español, pero viste de blanco... (risas).

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