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OSASUNA

La saga de los Svensson

Tomas fue un referente del balonmano y su hijo Max es futbolista y debutó con el primer equipo de Osasuna en la penúltima jornada de Liga.

Actualizado a
Max Svensson en su debut con Osasuna.
Oskar Montero

Posiblemente si oyen el apellido Svensson les venga a la mente el reconocido portero de balonmano que brilló con fuerza durante varias décadas y que atesora varios títulos. Entro los equipos en los que militó se encuentra el ya desaparecido Portland San Antonio, de Pamplona, en el que jugó entre 2005 y 2009, en la que fue una época dorada de aquel equipo. Actualmente forma parte del cuerpo técnico del Barcelona. Su hijo Max vivió de muy niño en Pamplona y fue en la capital navarra, con Fundación Osasuna, donde dio sus primeras patadas al balón. Caprichos del destino, recalaba en Osasuna, cedido por el Espanyol. . En la penúltima jornada de Liga, debutó con el primer equipo rojillo.

En una entrevista concedida por padre e hijo a El Larguero de la Cadena SER, Max explicó que, aunque ha acabado siendo futbolista: “Es un deporte diferente, pero a nivel físico me aconseja y yo le escucho. Jugué a balonmano en Pamplona y Valladolid, pero luego me dio por el fútbol”. Su padre, Tomas, se toma con humor que su hijo no se haya decantado por el balonmano: “Me decía que quería jugar a los dos deportes. Ni su madre ni yo hemos puesto nunca ninguna pega. Optó por el fútbol y lo llevo fenomenal. Las comparaciones siempre son malas y me encanta que haya escogido otro deporte y en España el fútbol es el deporte más importante”.

Tomas confiesa que siempre le ha gustado el fútbol pero no ha sido fanático, aunque ha jugado en clubes, como Valladolid o Barcelona, que tenían equipo de fútbol. Eso sí, ahora: “Ahora lo sigo mucho más. Me he recorrido todos los campos de Valladolid y de Cataluña. Viendo fútbol se pasa mucho más frío”, decía entre risas. El que fuera jugador de balonmano define a su hijo como un deportista nato y un luchador: “Lo que más me gusta de Max no es como juega al fútbol sino como lucha y el corazón que tiene”. Para Max su padre es un referente y confiesa que ve casi todos los partidos de balonmano que puede.

El delantero pertenece al Espanyol y está a la espera de lo que el club catalán decida y segura que está preparado para lo que venga.

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