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SEVILLA

El Sevilla cierra su dantesco 2022 en descenso

Los de Nervión pasan en un año de pelear por el título a ser un candidato al descenso de categoría

Actualizado a
Imagen de esta temporada.
RODOLFO MOLINADiarioAS

El Sevilla cerró 2022 con un empate ante el Celta en Balaídos que confirma la debacle del club en todos los ámbitos en el año que ahora acaba. Dos victorias, seis empates y siete derrotas es el acumulado de los hombres de Sampaoli, antes de Lopetegui, que con 12 puntos se toman las uvas desde los puestos de descenso.

La debacle absoluta se resume en un dato palmario. El Sevilla cerró 2021 como segundo clasificado, a cinco puntos del liderato que ostentaba el Real Madrid. Eso hizo que el club apostara en el mercado invernal por el asalto a la Liga, incorporando a Tecatito y Martial y rechazando una suculenta oferta por Diego Carlos. Pero el equipo inició una caída libre que se salvó a última hora del campeonato, que no se remedió en verano y que ahora lo tiene en el sótano de la clasificación.

Los motivos de dicha debacle son variados. En el club está instaurada la cantinela de que el Sevilla fue el equipo más castigado por el COVID. Los motivos causantes de dicho castigo no se conocen, pero algo de culpa tendrían en la entidad. Igual con las lesiones, que fueron más que numerosas y variadas, pero todo no se puede achacar a la mala suerte. Lo que no admite discusión es que el Sevilla comenzó a dar síntomas de ser un equipo envejecido con tres carencias que no hacían más que acrecentarse con el paso de las jornadas: falta de velocidad, falta de fuerza en el centro del campo y falta de gol.

Ninguna de esas carencias fueron solventadas en un verano en el que, como todo el mundo sabía que pasaría, Diego Carlos y Koundé abandonaron el club. Por tanto, a las carencias se le sumó que dos puntales no fueron convenientemente reemplazados, que no se vio o no se quiso ver que el ciclo de Lopetegui estaba concluido y el resultado es el que es.

Por si fuera poco, en lo institucional el Sevilla es una verbena. Así se demostró en la reciente Junta de Accionistas, en la que ni el presupuesto ni la gestión del Consejo fueron aprobadas, dirimiéndose una batalla paralela en los juzgados que terminan por culminar un 2022 en el que el Sevilla pasó de candidato al título a candidato, y con muchas papeletas, al descenso.