El Rayo Vallecano siempre trae la tormenta en ‘Can Barça’
Será coincidencia o no, pero los partidos contra el equipo de Vallecas suelen tener un componente convulso para el Barcelona: fiestas polémicas en hoteles, discusión por la posesión, despedidas de entrenadores... Ahora, tampoco es la excepción, con Xavi al filo de la navaja.
El partido contra el Rayo Vallecano (19 horas) de este domingo no tendría mucha mayor trascendencia para los blaugrana, que confirmar la segunda plaza y garantizar de esta forma su participación en la próxima edición de Supercopa de España. Sin embargo, este encuentro llega en un momento especialmente convulso para la entidad, con el nombre de Xavi Hernández en la picota, y con un mar de fondo muy preocupante, donde se airean los trapos sucios, tanto dentro como fuera del vestuario, en una claro reflejo de la división que hay en todos los estamentos del club, donde no se escapa ni la zona noble.
De hecho, para el Rayo no sería una novedad ser protagonista indirecto de la destitución de un entrenador del FC Barcelona. En octubre del 2021, la derrota del equipo de Ronald Koeman (1-0) en Vallecas acabó con el despido fulminante del entrenador por parte de Joan Laporta. Según trascendió más tarde, fue en el vuelo de regreso a Barcelona, cuando el dirigente se acercó al holandés para comunicarle su destitución con un escueto: “No seguimos, Ronald”.
Dos años y medio después, Xavi Hernández también va camino de vivir la misma situación que Koeman, aunque en su caso, independientemente se gane, pierda o empate ante el Rayo. “Se trata de un problema de confianza”, aseguran fuentes internas del club.
En todo caso, el Rayo también fue actor secundario de una de las grandes polémicas en la historia del club. Tras perder 2-1 en Vallecas el 19 de enero del 2002, y con Carles Rexach en el banquillo, se empezaron a filtrar informaciones que la noche antes del partido varios jugadores habían montado una fiesta en el hotel Hesperia de Madrid, acabando a altas horas de la madrugada. Un hecho que levantó una ola de indignación entre los aficionados y que desde el club se intentó desmentir, de forma tan infructuosa como estéril. En cualquier caso, los jugadores señalados, entre los que se encontraban Patrick Kluivert y Gerard López, reclamaron cinco millones de indemnización por daños y perjuicios a los medios que habían difundido esta noticia.
Y si a Rexach le cayó la del pulpo por esta situación, qué decir del Tata Martino, que pese a golear al Rayo (0-4) tuvo que soportar, de forma estoica, críticas sangrantes porque el equipo había perdido en ese partido la posesión, en concreto 51% para el Rayo de Paco Jémez y 49% para el Barça de Tito. Ese 21 de septiembre de 2013, el técnico argentino entendió la difícil idiosincrasia del club blaugrana en toda su extensión.
Un año antes, y también en un partido contra el Rayo, el capitán Carles Puyol acabó enviando a freír espárragos a varios compañeros brasileños, entre ellos Dani Alves y Thiago Alcántara, por sus ‘bailecitos’ a la hora de celebrar un gol, sobre todo porque se trataba del quinto: el partido acabó 7-0. El defensa consideró que se trataba de una desconsideración al rival y les frenó en seco en su jolgorio. De hecho, los dos jugadores tuvieron que salir después del partido para pedir disculpas.
Ahora, vuelve el Rayo a cruzarse con el Barcelona en otro momento difícil y convulso para la entidad, con Xavi prácticamente desahuciado, y con el club navegando a la deriva, sin rumbo ni brújula y prácticamente sin cuaderno de bitácora, o al menos, escondido en algún lugar más recóndito de la nave.
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