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GIRONA

El filial, la asignatura pendiente

La llegada de Quique Álvarez y la necesidad de ascender pretenden acortar el salto entre el B y el primer equipo

GIRONA, 26/05/2024.- El entrenador del Girona Miguel Ángel Sánchez y los jugadores celebran con la afición su entrada a la Champions. EFE/David Borrat
David BorratEFE

El Girona es un club al alza. La mejoría que ha sufrido el club en todos los aspectos en los últimos años, tanto deportivos como social o institucional, prácticamente no tiene igual en toda Europa. De sufrir en Segunda a clasificarse para la Champions, de vender el club a 1 euro tener al City en el accionariado, de peregrinar para entrenar a construir una ciudad deportiva. Un cambio que ha afectado a todas las parcelas del club pero que tiene una gran asignatura pendiente: el filial.

El segunda equipo del Girona milita actualmente en Tercera y eso es evidentemente un enorme inconveniente. Porque dificulta atraer talento, pero sobre todo porque convierte el salto al primer equipo en una quimera. Son cuatro categorías de distancia, es saltar de una competición amateur a la Champions League. Y eso es inasumible para cualquier futbolista: o es demasiado bueno para jugar en Tercera o no tiene el nivel para el primer equipo.

Hasta ahora el club lo ha ido trampeando de la mejor forma posible: con cesiones. Permite que sus jóvenes jueguen a un nivel muy superior (Segunda o Primera RFEF) pero ninguno parece que tendrá sitio la temporada que viene en el primer equipo. De hecho, en la actual plantilla, tan solo Valery, Arnau y Kébé vienen de la base. Y eso es un problema, porque para inscribir una plantilla de 25 jugadores en Champions necesitas al menos cuatro jugadores que han estado registrados en un club durante tres años entre los 15 y los 21 años. Y eso el Girona no lo cumple.

Es por ello que desde la entidad catalana se han propuesto mejorar las condiciones del filial. El primer paso, firmar a Quique Álvarez. Un entrenador de una trayectoria larguísima y que se encontraba actualmente en el cuerpo técnico de Javi Calleja en el Villarreal. La apuesta por Álvarez es clara: el club persigue el ascenso. Un objetivo ineludible si el Girona quiere tener en el filial un lugar del que nutrirse para el primer equipo.

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