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BARCELONA

Así cayó Mateu Alemany

Laporta, que lo protegió durante meses, terminó dando su brazo a torcer ante las presiones de su vicepresidente deportivo, Rafael Yuste, y su asesor Masip. Deco dio el golpe de gracia la semana pasada.

Actualizado a
Mateu Alemany, director de fútbol del Barça hasta el 2 de septiembre, en un acto del club.
ALBERT GEAREUTERS

Mateu Alemany se irá oficialmente del Barça el próximo 2 de septiembre, pero el ejecutivo mallorquín terminó de caer, según pudo saber AS, la semana pasada. Fue entonces cuando Joan Laporta, que lo había protegido desde su llegada al club, cedió a las presiones de su vicepresidente deportivo, Rafael Yuste; de uno de sus asesores, Enric Masip; y, finalmente, de Deco, el nuevo director deportivo hasta 2025, que dio el golpe de gracia.

Fue el final de una historia que arrancó hace meses, cuando Laporta insistió para que Deco, al que une una gran relación, se hiciese cargo de la dirección deportiva del club. Deco había estado mucho más cerca de su candidatura (Estimem el Barça) que Jordi Cruyff. El brasileño, que tenía su empresa de representación (D20) tuvo dudas durante meses, pero finalmente aceptó el desafío. Eso sí, reclamó poder absoluto en la parcela deportiva.

Alemany, que empezó a verse débil y ya sabía que tenía enemigos dentro, quiso irse antes de que lo dejasen caer. De ahí que a principio de mayo, y justo antes de que el Barça se proclamase campeón de Liga, se filtrase su adiós al Aston Villa. Pero, por causas que aún se desconocen, aquello no cuajó y volvió bajo el regazo de Laporta. “Tengo muy claro que mi sitio está aquí en el Barça, que es el mejor club del mundo. Estoy totalmente comprometido para ayudar a este proyecto, que ya ha dado un paso muy importante. Espero que en los próximos años continuemos subiendo peldaños para dominar el fútbol europeo”, dijo el 20 de mayo. Pero Alemany ya estaba en una posición de debilidad que únicamente dependía del presidente.

Rafa Yuste y Enric Masip, personas muy cercanas al presidente y siempre pegadas a él, aprovecharon el movimiento frustrado de Alemany para moverse en la sombra e insistir en sus dudas sobre el ex ejecutivo de Mallorca y Valencia. Laporta, persona leal por norma general a las personas a las que monta en ‘su barco’, paró el golpe hasta la semana pasada, cuando Deco, a la vuelta de la gira por Estados Unidos, le recordó al presidente que le había prometido plenos poderes y que prefería que Mateu se dedicase, como máximo, a las relaciones con LaLiga, pero que se desvinculase de los temas deportivos. Viendo que la situación era insostenible porque a Alemany también le gusta participar en las decisiones deportivas, Laporta cortó por lo sano.

Alrededor de la ecuación del adiós de Alemany hay más personas. José Ramón Alexanco, jefe del fútbol base y persona muy cerca a Laporta, también se mostró partidario de la entrada con galones de Deco, que también vigilará en primera persona los asuntos del Barça Atlético. Un detalle que no es baladí: Mateu Alemany prescindió de Alexanco en el Valencia. El filial, por cierto, es entrenado por un íntimo amigo suyo, Rafael Márquez (otro muy cercano a la candidatura de Laporta en 2021) lo que genera el consiguiente runrún sobre el futuro del banquillo del primer equipo. Xavi ya se ha encargado de hacer circular que su relación con Deco es buena y que se han visto varias veces este verano en buena sintonía, pero el poder ahora mismo está en manos del brasileño muy por delante del técnico. El estado de salud de la relación entre ambos será fácil de descubrir rápido. Xavi termina contrato en junio de 2024 y, como entrenador campeón de Liga, no ha renovado con la competición empezada. La fe de Deco en su entrenador, una vez oficializada su entrada con plenos poderes, se comprobará pronto con hechos.