La Rojita, (casi) en octavos
España está virtualmente clasificada para la siguiente ronda después de ganar a Mali en un sufrido partido. El gol fue obra de Juan Hernández y Jiménez, el héroe en los minutos finales.
España está virtualmente clasificada para los octavos de final del Mundial. Solo una carambola casi imposible evitaría que, al menos, la Sub-17 no fuera una de las mejores terceras de grupo después de sumar seis puntos tras ganar este lunes a Mali en la primera gran prueba de fuego para La Rojita. Con que haya un empate en cualquiera de los partidos restantes en la primera fase La Rojita pasará de ronda. Con un empate ante Uzbekistán en el último encuentro, España se asegurará la primera plaza.
La puesta en escena de José Lana fue prácticamente idéntica a la del debut ante Canadá. Solo introdujo un cambio en la defensa, donde Cuenca acompañó a Cubarsí en lugar de Jon Martín. El central de la cantera del Barça era el único de los ocho jugadores de La Masia que no había tenido minutos en el debut. En la búsqueda, por tanto, del asentamiento de un bloque titular, La Rojita no terminó de encontrarse en la primera parte ante una Mali muy superior físicamente. Tanto que en la primera media hora España solo inquietó a la selección africana una vez después de una jugada personal de Yáñez que repelió a córner Koné. Mientras, en el otro área, el VAR evitó que el primero de Mali subiera al marcador. Tia culminó una gran jugada de las águilas que en el inicio de esta recuperaron el balón cometiendo falta a Prim. Además, Jiménez y la defensa tuvieron que desempeñarse bastante ante los continuos acercamientos de los africanos, que tardaban muy poco en recuperar la pelota.
Una expulsión que da vida a la Rojita
Todo cambió para España a cinco minutos del descanso, cuando Doumbia, la gran estrella de Mali que había anotado un hat-trick en la primera jornada ante Uzbekistán, vio la roja directa por una agresión a Pau Prim, al que en la disputa de un balón golpeó en la cara con el puño cerrado. Desde ese momento, Mali perdió mordiente y La Rojita tuvo más control, lo que no evitó que los chicos de Lana se llevaran otro susto en el añadido de la primera parte tras recibir un gol que no subió al marcador por fuera de juego.
España intentó convertir el partido en un monólogo tras el descanso, con posesiones largas y encerrando a Mali en su medio del campo a base de tiqui-taca, pero cada vez que los africanos robaban le pelota el partido cogía vértigo y en dos o tres toques se plantaban en las inmediaciones de Jiménez, que siempre respondió.
Recompensa y sufrimiento
El gran problema de España fue que le costó conectar arriba con Junyent y Guiu, los dos mejores hombres de la Sub-17 en el primer partido. Los más intensos fueron, sin duda, Yañez y Juan Hernández. El primero casi se inventa un golazo de tacón en el 58′ que de entrar habría sido uno de los goles del Mundial. Tres minutos después, Hernández, que nunca paró de pedir la pelota a pesar de la dureza de los malíes, abrió la lata para España al rematar en el área un centro raso de Fort desde la derecha. Una conexión made in La Masia.
La entrada de Oyono le dio más verticalidad a España y, por fin, algo de velocidad en los metros finales. El extremo del Villarreal, el jugador más joven de la Selección (nació en 2008), tuvo la oportunidad de anotar el gol de la calma tras una jugada maradoniana, pero llego exhausto al área y no definió con claridad. Fort, de los mejores de La Rojita, también gozó de una ocasión en los minutos finales, pero fue Jiménez el que se declaró como protagonista evitando el gol de Mali con dos buenas intervenciones que permitieron a España sumar su segundo triunfo en este Mundial.
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