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MIGRANTES DEL BALÓN | UECL

El Maccabi de Saborit hace historia en tiempos de guerra: “Es una situación difícil para todo el mundo”

El equipo israelí se medirá a Olympiacos en sus primeros octavos de final en una competición europea. “En Tel Aviv hacemos vida normal”, descubre el ex del Athletic.

Actualizado a
Enric Saborit, futbolista español del Maccabi Tel Aviv

Por increíble que parezca, el Maccabi Tel Aviv es uno de los equipos que más Champions de Asia ha conseguido ganar a lo largo de su historia. El club israelí levantó el cetro asiático en dos ocasiones (1969 y 1971) antes de ser expulsado de la Confederación Asiática de Fútbol en 1974. Esta expulsión respondió a las tensiones con sus vecinos árabes, las cuales se mantienen hoy día. En busca de una solución, la UEFA aceptó a Israel como miembro en 1994, permitiendo así que sus equipos participaran en competiciones europeas. Así, su club más reconocido, el Maccabi Tel Aviv, pasó de enfrentarse a surcoreanos, tailandeses o iraníes, a medirse con equipos belgas, franceses o alemanes.

Sin embargo, y a pesar de haber reinado en el continente más poblado del planeta, los resultados del Maccabi Tel Aviv en Europa nunca se acercaron a los de su exitosa etapa en Asia. Hasta ahora, momento en el que el club celebra su primera clasificación para unos octavos de final de una competición europea. “Tenemos mucha ilusión porque los clubes de Israel no disfrutan de este tipo de partidos todos los días”, valora Enric Saborit, el futbolista español que más partidos ha disputado con la camiseta del Maccabi (228). “Jugamos contra un rival (Olympiacos) que, sobre el papel, es más fuerte que nosotros, pero hemos preparado el partido con ambición y muchas ganas”, añade el exjugador del Athletic Club.

Tras una primera fase impecable (logró 15 de los 18 puntos posibles), el Maccabi Tel Aviv avanzó hasta los octavos de final de la UEFA Conference League. Y lo hizo en silencio, ya que el estallido de la guerra entre Israel y Hamás obligó a los de Tel Aviv a disputar el partido decisivo ante el Gent a puerta cerrada en Serbia. “Fue una pena que no pudiéramos jugar con público un partido importante. Lo celebramos sobre el césped, en el vestuario y poco más. Al día siguiente volábamos a Israel y la situación estaba algo más tensa que ahora. Era una victoria histórica, pero nos lo tomamos con cautela”, desvela Saborit, que tendrá que regresar al TSC Arena Bačka Topola para disputar el partido de vuelta ante Olympiacos: “En liga estamos jugando en Tel Aviv y con el estadio lleno, pero en Europa seguimos sin poder competir en Israel. Lo bueno es que en esta ocasión sí se espera que haya aficionados, aunque no sé cuántos. Espero que podamos darles una alegría, porque ahora ser israelí fuera de Israel no es fácil”.

Para eso habrá que esperar unos días, ya que el partido de ida se disputará en el Georgios Karaiskakis de El Pireo. “No estamos para elegir, la verdad, pero me gustó que nos tocara Olympiacos. Estaba el Ajax, que también habría sido un rival bonito, pero Olympiacos no está nada mal. Me gusta su estadio y me gusta su afición. Creo que puede haber un buen ambiente y ser un partido de los que se disfrutan. Muchos en el vestuario no saben lo que es jugar un partido de estas características”, confiesa Enric Saborit, que destaca la presencia de José Luis Mendilibar en el banquillo rival: “No llegué a coincidir con él en el Athletic, pero sí nos enfrentamos cuando era entrenador del Éibar. Es un entrenador de mucha experiencia que viene de ganar la Europa League con el Sevilla. Poco más se puede decir. Tiene muy claro lo que tiene que hacer y está muy preparado. Seguramente nos encontremos con un equipo muy trabajado y con muy buenos jugadores, pero confío en nuestras posibilidades”.

“A Zahavi le digo que se retire ya y deje hueco a los jóvenes, pero me contesta: ‘¿Cómo lo voy a dejar si no paro de meterla?’”

Enric Saborit, jugador del Maccabi Tel Aviv

Tanto Olympiacos como Maccabi Tel Aviv llegan a los octavos de la Conference League en buena forma. Los griegos cuentan sus encuentros por victorias desde la llegada de Mendilibar y los israelíes encadenan cuatro partidos sin perder. “Tuvimos una semanas de bajón después del parón por la guerra, pero el equipo está bien otra vez. Estamos en un buen momento de forma y por eso creo que va a ser un partido bonito para el espectador neutral. Buenas aficiones, buenos jugadores, buenos entrenadores...”. Enric Saborit ha tenido varios entrenadores desde su aterrizaje en Israel, pero pocos tuvieron una carrera como futbolista tan prolífica como la de Robbie Keane: “Es un muy buen entrenador. Y eso que es su primera experiencia como primero. Le gusta tener el balón y atacar, atacar y atacar. Es muy ofensivo, se nota que era delantero. También es un gran motivador y ha creado un muy buen ambiente en el vestuario. Y tendrías que ver cómo entrena... Sigue teniendo la misma calidad que cuando jugaba”. Saborit también destaca a un compañero como Eran Zahavi, que a sus 36 años sigue siendo determinante con sus goles: “Le digo de broma que se retire ya y deje hueco a los jóvenes, pero me contesta: ‘¿Cómo lo voy a dejar si no paro de meterla?’. No sé cómo lo hace, pero siempre le llega el balón dentro del área”.

El conflicto, localizado en Gaza

Ya han pasado cinco meses desde aquel fatídico 7 de octubre de 2023 en el que, mientras los israelíes festejaban la fiesta de Sucot, grupos armados de militantes palestinos, principalmente de Hamás, lanzaron un gran ataque contra Israel desde la Franja de Gaza. “El club nos ayudó y 24 horas después ya estábamos fuera de Israel. Salimos en avión”, recuerda Saborit, que sigue notando tensión en el ambiente: “Aunque el conflicto ahora está localizado en Gaza y en Tel Aviv hacemos vida normal, todavía hay algunos atentados. Son pequeñas cosas que te hacen creer que no estás del todo seguro. Por eso volví solo. Mi familia se quedó en España”. Es algo de lo que no pueden presumir todos sus compañeros de vestuario. “Algunos perdieron a gente cercana y otros vieron como sus familiares eran reclutados para luchar. Es una situación difícil para todo el mundo”, descubre el futbolista español.

“El fútbol base del Athletic es uno de los mejores de España y del mundo. Lo puedo decir por experiencia. Lo que te cuidan y ayudan allí es inigualable”

Enric Saborit, jugador del Maccabi Tel Aviv

A pesar de llevar casi seis años fuera de España (es el extranjero que más partidos ha jugado con el Maccabi Tel Aviv), Enric Saborit mantiene sus lazos con el Athletic Club, club al que representó durante varias temporadas. “Sigo en contacto con algunos jugadores como Raúl García y veo todos los partidos que puedo. Me alegré mucho cuando se clasificaron para la final de la Copa del Rey. Ojalá se la puedan llevar”, confiesa Saborit, que también jugó en el Mallorca. El defensa del Maccabi Tel Aviv no tuvo la fortuna de pasear en gabarra por la ría del Nervión, pero cree que “ya toca”. “Confío porque juegan muy bien y tienen un gran entrenador. Valverde prepara muy bien los partidos y si los hermanos Williams siguen con esta dinámica las oportunidades son muchas”, concreta. Saborit pone el acento en la cantera: “El fútbol base del Athletic es uno de los mejores de España y del mundo. Lo puedo decir por experiencia. Lo que te cuidan y ayudan allí es inigualable”.

Como inigualable sería (desde el punto de vista de Saborit) una temporada en la que el Athletic ganara la Copa y el Maccabi Tel Aviv levantara todos los títulos posibles. “Llevábamos dos años sin ganar nada y ya hemos conseguido la Toto Cup, que es como la Copa de la Liga es Israel. También seguimos en Copa y vamos líderes en Liga. Tenemos que luchar por todos los campeonatos locales porque somos un club muy grande. Ojalá tengamos suerte y podamos pasar también en Conference League”, evalúa Enric Saborit, que acaba contrato el próximo verano. “Estoy tranquilo y de momento no pienso en mi futuro. Tengo 32 años, pero aún tengo carrera por delante. Me encuentro bien y estoy animado. Pronto veremos si sigo aquí o voy a otro lado. A ver qué pasa”, sentencia.

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