Quiles libera al Depor

Tenía el Depor una nueva reválida para saber si se decide a meterse en la pelea real por la parte alta o seguir con su eterna penitencia. Lo primero y más positivo fue la victoria. Tres puntos para no descolgarse y comenzar a construir desde el triunfo. Casi igual fue ver a Quiles volviendo a marcar, y además haciéndolo en una jugada personal brutal que comienza a confirmar que está de vuelta. La forma de ganar ya no lo fue tanto porque el Depor fue un equipo dominador pero plano hasta que apareció el delantero andaluz. A partir de ahí sí tuvo ocasiones de sentenciar ante un Sanse que tuvo que cambiar de plan por el marcador. Los madrileños, que ceden su plaza de playoff a los blanquiazules, volvieron a demostrar que son un dolor de muelas para cualquiera. Los de Ayllón, aunque a la expectativa, incluso pudieron dar algún disgusto en el primer tiempo, pero ahí apareció Mackay para dejar su portería a cero; otra gran noticia para los locales. La batuta de Óscar Cano suma su segunda victoria en tres partidos, pero todavía debe afinar mucho más a su orquesta.

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La primera incógnita estaba en el equipo titular . En comprobar si el buen partido que vio Óscar Cano ante el Castilla se correspondía con el once elegido. Y lo cierto es que fue consecuente con sus palabras, ya que la vuelta de Jaime por el sancionado Lapeña fue la única novedad. Los primeros 25 minutos dibujaron un Depor dominador y muy acertado en la recuperación, pero con muchos problemas para hacer daño. De hecho, los coruñeses dispararon dos veces a puerta (Svensson y Quiles) y los madrileños, en dos minutos de furia entre el 10′ y el 12′, hasta tres (Arturo, Nieto y Charlie)… y con mayor peligro. El dominio local fue subiendo hasta convertirse en casi un monólogo. Pablo Martínez rozó el primero tras un córner y Antoñito, en una de sus características rupturas mandó al limbo un centro en inmejorables condiciones. Tanto insistir sin castigar casi se convierte en el 0-1 en el minuto 38, pero Mackay sacó una mano enorme ante un Arturo que ya se relamía. Empate sin goles al descanso, pero con un Sanse, que a ráfagas, dispuso las mejores ocasiones ante un Depor diésel.

Sanse

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Con el mismo guion arrancó el segundo acto, pero con el riego para los de Óscar Cano que los nervios del marcador comenzasen a convertirse en un nuevo factor de riesgo. Ante tanta planicie, tuvo que aparecer la calidad, tuvo que parecer Quiles. El andaluz enganchó un balón tras un robo en la mitad de su campo, se pegó una carrera en solitario de 60 metros y cuando llegó a la frontal levantó la cabeza para mirar a Pedro y encontrar con su zurda el hueco preciso. Los de Cano, después de sobar el balón durante una hora, curiosamente encontraron el gol en una contra. Bueno, más bien en una cabalgada del genio onubense. Partido nuevo, con un Sanse obligado a arriesgar y un Depor tranquilo con la posesión en busca de la sentencia y seguro atrás con Pablo Martínez y Jaime. La tuvo Gorka Santamaría en el 74′, pero su mal control tras la asistencia de Soriano dio vida a Pedro. Luego disfrutó de otras dos el mediapunta madrileño ante un Sanse descosido, pero de nuevo sin éxito. Sin la tranquilidad del segundo gol, tocó sufrir con mil balones al área del Sanse, pero sin un riesgo palpable.