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REAL MADRID

La persistencia de Álvaro Martín

El canterano ha pasado en un año de luchar por no descender a Segunda RFEF con el DUX Internacional a buscar el ascenso con el Castilla. En lo que va de playoff ha sido determinante.

Álvaro Martín, ante el Linares Deportivo.
EDUARDO CANDEL REVIEJODIARIO AS

22 años tiene Álvaro Martín. Más de dos décadas de fútbol que le han dado para mucho. Es el jugador más veterano del filial blanco y uno de los que más ha tenido que trabajarse su sitio en el equipo. Hace poco más de un año, su futuro era incierto. Cedido en el DUX Internacional de Madrid, el talentoso mediapunta luchaba por no descender a Segunda Federación y lo acabó consiguiendo. Sus diez goles y cuatro asistencias le sirvieron al equipo madrileño para salvar la categoría y a él, para regresar a la disciplina blanca. Este curso, de nuevo, le ha tocado remar a contracorriente. Empezó como suplente y se ha ganado un hueco en el once de Raúl a base de insistencia.

Álvaro Martín celebra, junto a Álvaro Rodríguez, un gol ante el Badajoz.
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Álvaro Martín celebra, junto a Álvaro Rodríguez, un gol ante el Badajoz.J.M.ROMERODIARIO AS

Está acostumbrado a superar las adversidades. Natural de Ocaña (Toledo), el mediapunta blanco sabe lo que es sacrificarse en busca de un sueño. Llegó a la Ciudad Deportiva en alevines y desde entonces no ha parado de recorrer la A-4. De Valdebebas a Ocaña. De Ocaña a Valdebebas. Más de 150 kilómetros diarios que empezó haciendo su abuelo, continuó su padre y ha terminado recorriendo él. Hasta cadetes. Finalizada la etapa de infantil, abandonó el club blanco para enfundarse la camiseta del Rayo Vallecano. No obstante, su gran nivel en el Cadete B franjirrojo le devolvió a La Fábrica un año después. Su fútbol seguía vivo y su persistencia también.

Una doble ‘mili’

Así, continuó su trayectoria en Valdebebas. Pasó primero por los juveniles C y B, antes de jugar la UEFA Youth League con el A y proclamarse campeón del Grupo V de División de Honor Juvenil, a las órdenes de Dani Poyatos. Sin embargo, al término de esa campaña, le volvió a tocar hacer las maletas. Cuando estaba a un paso del Castilla, el club blanco optó por buscarle una salida en forma de cesión, en este caso lejos de la capital. El Sibenik de la primera división croata fue el elegido. A sus escasos 19 años, disputó 25 partidos con el equipo balcánico, lo que le sirvió para ganar experiencia en el extranjero y ampliar su catálogo de desafíos superados.

Tras un curso en Croacia, regresó a Madrid. Pero las puertas del filial madridista tampoco se le abrieron al segundo intento y el canterano se marchó cedido al DUX Internacional de Madrid. Segundo préstamo consecutivo y mucho que remar aún. No obstante, esta vez sí, su gran campaña (21-22) le valió un hueco en el segundo equipo merengue de la presente 22-23. Tenía en su mano la oportunidad de mostrarse y no la ha desaprovechado. El toledano ha ido de menos a más. No fue titular hasta la cuarta jornada, pero desde que entró en el once, prácticamente nada ni nadie ha conseguido sacarle. Solo frente al Rayo Majadahonda (jugó 31′) y ante el Celta B (no fue convocado) no partió de inicio. En total, 32 titularidades de 37 posibles, sin contar con el playoff de ascenso a Segunda.

En lo que va de promoción, ha sido decisivo. Repartió dos asistencias en la ida ante el Barça B y otra en la vuelta, además de un auténtico clínic de pases, conducciones, quiebros y visión de juego. El pasado sábado, ante el Eldense, el presidente de Monterrey le siguió de cerca desde la grada del Di Stéfano. Y es que el talento es su principal arma. Se caracteriza por su capacidad para conectar líneas, hacer de enlace entre el medio y la delantera y mejorar cada jugada que toca. Este domingo Álvaro Martín tiene ante sí la posibilidad de conseguir un ascenso tan trabajado como merecido. Un obrero del fútbol de tan solo 22 años que quiere saborear el fútbol profesional.