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Iker Bravo sostiene un bombo y lidera la celebración tras la remontada, anoche, ante el Barça Atlètic, que dio un billete al Castilla para la final del playoff.
Iker Bravo sostiene un bombo y lidera la celebración tras la remontada, anoche, ante el Barça Atlètic, que dio un billete al Castilla para la final del playoff.PEPE ANDRESDIARIO AS

REAL MADRID

Iker Bravo, revancha cumplida

Tras sufrir insultos en la ida en Barcelona, el ‘21′ se reivindicó en Valdebebas con una enorme actuación y mira al Eldense con motivación. “Está con muchas ganas”, reconoce el entorno del jugador.

Iker Bravo (18 años) llegó a tiempo. Con el Castilla temiendo lograr su victoria más amarga contra el Barça Atlètic, con un 1-0 insuficiente tras el 4-2 de la ida. En semejante contexto, un ex de La Masía entró en escena para rescatar a La Fábrica. Iker Bravo saltaba al campo en el 73′ y cinco minutos después, bingo. Un cabezazo con sabor a final antes de que Arribas sellase la hazaña. Los mejores minutos del ariete con la elástica blanca, liderando el arreón final con clarividencia en territorio hostil y una sociedad con Aranda que dinamitó a los de Rafa Márquez. Unos minutos convertidos en liberación, por la temporada, y en revancha, por la ida...

La hinchada azulgrana no perdonó a Iker Bravo su pasado. Los improperios en el Johan Cruyff en su contra, mientras calentaba, fueron una constante. Hasta “hijo de puta” se llegó a escuchar a coro. Lejos de bajar los brazos tras quedarse a cero en Barcelona, Iker Bravo utilizó como trampolín ese panorama. En la vuelta, su tercer gol con el Madrid llegó en el momento más importante. Miró a la grada, se besó el escudo y firmó una comunión que redondeó en la celebración final. En el jolgorio tras el pitido final, Dotor se solazó con un megáfono mientras Iker ponía banda sonora con un bombo. Después de llegar como estrella y ver cómo Álvaro Rodríguez le cerraba la puerta cada vez más (848 minutos y dos goles con el Castilla hasta el playoff), el de Sant Cugat del Vallés demostró que en su tarro hay esencias de sobra para ser diferencial.

Por eso debutó con 16 años en la Bundesliga con el Leverkusen. Por eso se lanzó a por su fichaje el Real Madrid. Y por eso, a pesar de una temporada donde la expectativa ha sido superior al rendimiento, la apuesta por Iker Bravo sigue vigente. Como informó AS, la cesión, que expiraba el 30 de junio, se extenderá hasta 2024 y la opción de compra de 10 millones de euros se mantiene. Es oficioso y todas las partes, Real Madrid, Leverkusen como propietario y jugador, están de acuerdo.

“Está con muchas ganas”

Ahora, Iker Bravo afronta el reto de convertirse en constante. Que lo del Barça sea una revancha y no un oasis. En último paso espera el Eldense y la motivación del delantero está desbordada. Los titubeos e idas y venidas durante la campaña no le han apartado de su objetivo, quedarse en el Real Madrid. “Está con muchas ganas”, reconoce su entorno. De final por el ascenso y de próxima temporada. También lo ha mostrado en su Instagram: “Qué noche mágica la de ayer, gracias equipo, gracias afición. Quedan dos finales, más concentrados que nunca. ¡Hasta el final, vamos Real!”. El sábado (19:30 horas), el Di Stéfano esperará con los brazos abiertos y la grada llena al futbolista que desniveló el miniclásico. Con la mejor versión del 21, volver a Segunda será más sencillo.