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DEPORTIVO

Germán Parreño: “Por momentos creo que se ha menospreciado la categoría y alguno de los rivales”

Germán Parreño habla con AS sin tapujos de la delicada situación del Depor, su forma de entender la profesión de portero y la alternancia con Mackay.

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Germán Parreño, posando para AS.
Jesus Sancho (Sanchofoto)Diario as

Germán Parreño Boix (Elx, Alicante, 16/2/1993), llegó este verano para competir por la portería del Deportivo con Mackay. El meta alicantino comenzó como titular, pasó por el banquillo y acaba de recuperar el puesto en el once. Reconoce el mal tercio de liga que ha hecho el equipo, está convencido de que despegará y alucina con la dimensión del club. Portero sobrio, sabe que el juego con los pies es fundamental y tiene muy claro su ídolo: Buffon.

La semana, tras lo ocurrido en Tarazona, no debe ser fácil.

Las sensaciones eran buenas, pero en los últimos cinco minutos quieres amarrar un resultado y se te escapa. En complicado, pero hay que centrarse en las cosas que se hicieron bien y mejorar en lo que fallamos.

El rival no tuvo casi ocasiones, pero la foto del gol deja en mal lugar al Depor.

Por eso digo. La sensación era de ‘hemos dominado en un campo complicado y hemos hecho méritos para ganar’, pero se te va al final en un juego largo y de centros laterales que ellos dominan y te acaban haciendo un gol.

El remate de Cubillas fue muy franco, pero ¿cree que usted pudo hacer más?

Sí, es un remate muy franco. Si quieres rizar el rizo y después de verlo… vale, todo el mundo puede hacer más cosas siempre. Es un buen centro y un buen remate. Yo soy de los que reflexiona mucho y se autoevalúa siempre. Quizá debimos mantener más nuestro fútbol y no cambiar alguna cosa por querer mantener el resultado.

El gol del Tarazona fue un error, pero el equipo tuvo varios más en la portería contraria, y no es la primera vez. ¿Están preocupados por esta falta de eficacia?

Las áreas son complicadas. Generar ocasiones y materializarlas siempre es difícil. Hay que seguir porque van a salir las cosas. El fútbol no son matemáticas. Muchas veces generas y un solo acierto o un solo error vale más.

“A mí me motiva la presión. La energía de estar tranquilo o nervioso en la portería se traslada muy rápido”

Germán Parreño, portero del Deportivo

Los mensajes del vestuario son que hay que seguir, las cosas saldrán… pero va un tercio de liga y el Deportivo solo lleva cuatro victorias y está a nueve puntos del líder.

Es que Primera RFEF y Segunda no se puede faltar al respeto a ningún rival. Hay campos y equipos con menos historia, pero es muy difícil. Lo decíamos al principio de liga y no era por decir. Hay que valorar la liga, está todo muy ajustado y es complicado. Pero con el equipo que tenemos hay que optar a todo.

Eso es lo que preocupa, que con esta plantilla se esté así. Por ejemplo, no han podido enlazar todavía tres victorias y todos los rivales que están arriba, ya lo han hecho. ¿Por qué no pueden?

Tampoco hay nadie que lleve tantas seguidas. En el momento que te crees superior y falta humildad para entender que hay enfrente equipos que van a competir al máximo y están preparados, te pueden pasar por encima. Hay equipos en categorías superiores que han hecho grandes plantillas y han acabado fatal. Tenemos que centrarnos en el día a día y tener la humildad de afrontar cada partido al máximo sabiendo que hay muy buenos mimbres. Sabemos lo que podemos dar, pero hay que dar con la tecla cada día y sacar lo que llevamos dentro. Los resultados van a salir, tienen que salir.

¿Tiene esa humildad el Deportivo?

No es una cuestión de humildad. Somos conscientes de nuestros puntos de mejora y trabajamos para mejorarlas. Por momentos creo que se ha menospreciado la categoría y alguno de los rivales que juegan en ella, o que se ha pensado que esto iba a ser un camino de rosas. La competición te dice que no, cada partido te recuerda que no pensemos que hay equipos que no trabajan, que no tiene profesionales que sacan su máximo rendimiento. No considero que sea falta de humildad, sino reconocer que el camino es difícil. Cuanto antes se reconozca y nos demos cuenta, antes daremos con la tecla. Hay que valorar cada entreno, cada día, cada partido y poner el foco al cien por cien entendiendo que es fútbol. Saber que es muy difícil y que habrá momentos en los que no salen las cosas, que habrá que apretarse el cinturón y seguir trabajando.

¿Esto tiene remedio todavía?

Hay que saber que el camino es largo y estamos aprendiendo mucho a base de palos, que es como se aprende. Creo que queda lo más bonito. Va un tercio de liga y creo que nos hemos bebido lo más amargo de la botella, que queda lo más dulce. Hay que saborear lo más amargo para que luego sepa bien lo dulce. A veces parece que no queremos saborear la botella, que queremos beberla muy rápido para estar ya en otro sito. Hay que estar dispuesto a saborearla, es el camino. Esto no es magia.

Vamos de la botella a su vaso. Seis partidos de titular al inicio de liga, cinco al banquillo y desde la Copa ha vuelto al once. ¿Cómo lleva la rotación en la portería que está haciendo Idiakez entre usted y Mackay?

Con naturalidad. Son decisiones que se escapan de nuestras manos. Mackay y yo tenemos tantos tiros pegados que para qué vamos a estar dándole vueltas. Particularmente lo que hago es intentar sumar todos los días, esté o no esté. Me gusta ser protagonista dentro, como a todos, pero también es importante aportar cuando no estás en el once. Portero es una posición especial, pero hay mucha competencia en todos los puestos. Vine a un equipo importante y por eso hay competencia.

Germán Parreño en el partido ante el Teruel.
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Germán Parreño en el partido ante el Teruel.Jesus Sancho (Sanchofoto)Diario as

¿Cuándo le comunica Idiakez que sale de la portería o que vuelve? ¿Durante la semana, en la previa o el día de partido?

Días antes, aunque hay entrenadores que lo hacen de otra forma. Idiakez habla con nosotros bastante.

Cuando sale del once, no le pregunta ¿qué he hecho mal?

Tienes un diálogo y el entrenador habla con nosotros para que entendamos su perspectiva, su opinión. Qué le ha gusta más y qué, menos. Hablas, te lo explica y si tiene un razonamiento, lo entiendes. A él le pagan para tomar esas decisiones.

¿Y lo entendió?

Sí, sí, claro.

El puesto de portero está condenado, normalmente, a recibir más palos que halagos.

Ser portero es muy bonito. Es el puesto con más responsabilidad. Si sale todo bien, no sales en ningún medio de comunicación; cuando sale mal, sí. Al que le gusta esa responsabilidad, más allá de una acción bonita, y el trasfondo del juego… a mí me gusta. Hay gente que dice que ser portero es un deporte de riesgo, que tienes más que perder que ganar. A mí me gusta por esa responsabilidad y creo que me manejo bien en ella.

El juego de pies es fundamental en este Depor, y ahí se le ve muy acertado y tranquilo. ¿Lo está?

La manera que tenemos de jugar es crear superioridad desde el portero y para eso necesitas calma para saber cuándo acelerar o ralentizar el juego para encontrar la mejor opción, superar líneas y ser vertical. Estoy cómodo, me gusta y creo que sé interpretarlo.

¿Cuándo tuvo que comenzar a incluir el juego de pies como portero?

En infantil cambié de central a portero y eso me ayudó. En la cantera del Espanyol, gente como Dani Poyatos, me involucró mucho en el juego con los pies, pero sobre todo a entender el juego. Luego, recientemente con Paco Jémez o Munitis, y cada vez me interesaba más. Me identifico con eso.

“Va un tercio de liga y creo que nos hemos bebido lo más amargo de la botella, ahora queda lo más dulce”

Germán Parreño, portero del Deportivo

Otro factor muy comentado en el Depor es la presión. ¿Cómo la vive usted?

Soy consciente de que vivimos de los medios y que la gente hable de lo que hacemos, y que se hable mucho. No consumo mucho redes sociales, medios poco… Es posible que no esté tan contaminado, expuesto o que me guste mucho mi trabajo. La presión es bonita. La carrera de futbolista es corta y estar en equipo con una masa social que vive el fútbol con pasión… Riazor es una pasada. Lo vivo tranquilo, me gusta. Puede que a un jugador más joven, que está más sumergido en el entorno, le pase.

Suele decirse que si un portero está nervioso o seguro lo transmite a su defensa. ¿Lo comparte?

Creo que esa energía se traslada, y a un nivel muy rápido. A veces lo notan por detalles casi sutiles. Trasmitir tranquilidad con una acción es importante. Es un punto diferenciador respecto a porteros más jóvenes. Yo lo notaba cuando era más joven y cuando me fui dando cuenta, sobre todo hablando con los compañeros, que si te ven tranquilo lo perciben. La energía de estar tranquilo o nervioso se traslada muy rápido y es importante trabajarlo. Mi personalidad es tranquila, pero hay momentos que me acelero y ahí sé qué teclas tocar para trasmitir más serenidad.

¿Cómo se trabaja eso?

Hay jugadores que lo hacen de forma innata, otros se sumergen tanto en el juego que les hace ir acelerados. Cuando me di cuenta que a mis compañeros les afectaba les preguntaba qué portero les había traslado calma. Y pueden ser detalles, de cómo coges un balón, de caminar, hacer una pausa… Es un círculo vicioso. Si estoy tranquilo lo transmitió y al ver que están todos tranquilos, yo estoy más tranquilo. La clave es darte cuenta y poco a poco sumar detalles.

Pero la presión está en el equipo. Que si un día Riazor, el club ha fichado a un psicólogo, Cayarga salió llorando de Tarazona… Por momentos se ve un estado de ansiedad importante.

Somos veintipico y cada uno tiene su personalidad. En un sitio tan expuesto, con tanta masa social e historia como este club, la presión está y hay que gestionarla. Que haya un psicólogo para entenderte a ti mismo es algo importante. Lo es sin presión, imagínate con ese extra. No digo que no exista la presión, digo que a mí me motiva. Puede que por mi edad, porque veo que el fútbol se acaba y me gusta ese gusanillo, me mueve por dentro.

Termino. ¿Cuál es su portero de referencia?

Me encantaba Buffon. Veía sus partidos, vídeos, los paraba y analizaba… Lo que hacía, esa personalidad fuerte, tenía técnica, paraba mucho, carisma, transmitía… Luego fui creciendo y los que fueron destacando en nuestra liga como Cañizares, Valdés, Iker…

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