“Si ellos nos metieron cuatro, nosotros les podemos meter seis”. La frase, un día antes del 6-1 ante el PSG, no pudo resultar más premonitoria. Después del 4-0 de la ida, Luis Enrique preparó un planteamiento audaz, casi kamikaze, que terminó resultando. Nada más empezar la segunda mitad, el Barça ganaba ya 3-0. Un gol de Cavani heló el Camp Nou. Sin embargo, diez minutos memorables de Neymar, el único jugador que creyó en una remontada imposible, produjeron el último gran estallido del barcelonismo en el Camp Nou. La imagen de Luis Enrique en mitad del campo después del 6-1 de Sergi Roberto es histórica.
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